'Freeride': sólo para los amantes de la nieve virgen

Para muchos esquiadores, nada es comparable a la sensación de lanzarse ladera abajo sobre nieve virgen. Es el freeride, esa práctica que consiste en no seguir un recorrido marcado, sino en elegir uno con total libertad entre zonas sin balizar. Pero ojo: el riesgo de avalanchas siempre está presente y más según aumente la pendiente.

Para disfrutar del freeride necesitamos montañas vírgenes, nieve en polvo, pendientes importantes, obstáculos como piedras y saltos, y esquís más anchos y largos de lo normal. Es una disciplina que exige pericia y prudencia, por lo que es recomendable el uso de casco, arva, sonda y pala.

Para evitar las imprudencias, varias estaciones españolas ofrecen la posibilidad de acceder a zonas especialmente dedicadas al freeride. Es el caso de Vallnord, en Andorra, que cuenta incluso con una escuela de esta modalidad en Arcalís.

Normalmente si se quiere acceder a estos terrenos vírgenes se debe trepar con los esquíes al hombro. Pero hay también transportes como el helicóptero o las máquinas pisanieve. Los más osados, o con mejor bolsillo, pueden vivir una heliexperience: encaramarse a un helicóptero que les llevará a un pico cercano y lanzarse sobre la nieve inmaculada.

En el Val d’Aran, hay empresas como Heliski Aran o Pyrinees Heliski que ofrecen la posibilidad de surcar las nieves vírgenes del valle mientras se disfruta de su abrumador paisaje.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!