La tarifa plana del taxi entre el aeropuerto y el centro disgusta a casi todos y arranca con caos

  • El taxi entre el aeropuerto de Barajas y cualquier punto del interior de la M-30 tiene una tarifa fija de 30 euros desde este martes.
  • La usuarios que vivan más cerca del aeropuerto tienen que pagar más que antes: por ejemplo, hasta ahora un taxi a Plaza Castilla o Chamartín rondaba los 20 euros.
  • En cambio, la nueva tarifa sale más rentable a los que viven en puntos alejados de la almendra central, como Moncloa o Arganzuela.
  • La mayoría de taxistas critican el sistema de cobro: "Saldremos perdiendo y aún no sabemos cómo aplicarla". La Federación advierte de que propicia "trampas".
Concha Niño, usuaria de taxi en el aeropuerto de Barajas: "A mí Ana Botella me fastidia con la tarifa plana del taxi".
Concha Niño, usuaria de taxi en el aeropuerto de Barajas: "A mí Ana Botella me fastidia con la tarifa plana del taxi".
JORGE PARÍS
Concha Niño, usuaria de taxi en el aeropuerto de Barajas: "A mí Ana Botella me fastidia con la tarifa plana del taxi".

Los habituales corrillos de taxistas en las paradas giraban este martes en torno a un único tema de conversación: la nueva tarifa plana de 30 euros entre el aeropuerto y cualquier punto del interior de la M-30. Salvo excepciones, la mayoría de profesionales del taxi están indignados con este nuevo sistema de cobro: "Estamos cabreados, esto no beneficia a nadie y ni siquiera sabemos cómo aplicarlo". Pero la medida tampoco está siendo popular entre los usuarios: "Es una subida encubierta. Yo vivo en Plaza Castilla y pagaré 10 euros más que ahora", protestaba una viajera en la T1 de Barajas.

El nuevo sistema de cobro ha entrado en vigor este martes 7 de enero. Concretamente, se establece una tarifa fija de 30 euros para todos los trayectos entre las terminales del aeropuerto y la almendra central (cualquier punto del interior de la M-30), sin importar la distancia recorrida. Para el resto de trayectos entre el aeropuerto y puntos exteriores de la M-30, se introduce una tarifa base de 20 euros y el taxímetro empezará a contar contar a partir de los diez kilómetros de recorrido. Por otro lado, el 20 de diciembre se aplicó un aumento del 4,3% en la bajada de bandera diurna y una reducción del 21% en la bajada de bandera nocturna.

La tarifa plana beneficia a los usuarios que hagan el trayecto hasta los puntos más alejados de la M-30. Por ejemplo,  una carrera media entre el aeropuerto y Argüelles (Moncloa) costaba hasta ahora 36 euros, pero con el nuevo sistema valdrá 30 euros. También sale rentable a algunos vecinos de la zona más occidental de Arganzuela o Chamberí. En cambio, quienes viven en la zona de la almendra central más cercana a Barajas son los grandes perjudicados: ir a Avenida América antes les costaba 22 euros, frente a los 30 euros de ahora, por ejemplo. También perjudica a los vecinos de Tetuán, Chamartín o Salamanca. La asociación de consumidores CECU lamenta que, a la larga, el servicio se encarecerá y pide que se vuelva al sistema en el que "se pague por lo que se consuma".

"Me suben diez euros de golpe"

"A mí Ana Botella me está fastidiando con esta tarifa plana. Vivo en Plaza Castilla y hasta ahora me costaba 20 euros el trayecto, así que me está subiendo diez euros de golpe, que no es poco. Es una subida encubierta. No entiendo en qué estará pensando el Ayuntamiento con esta medida, porque tampoco creo que beneficie a los taxistas. ¿Para qué ponen esta tarifa plana? ¿Quizá para beneficiar a alguna empresa que tenga muchos taxis?", protesta Concha Niño, de 55 años, recién llegada a la T1 de Barajas tras un viaje. "Es un invento más de este ayuntamiento, que al final nos saldrá más caro a todos", explica Isabel, de 36 años.

Pero también disgusta a la mayoría de taxistas. "Esto perjudica al cliente y al profesional. Con esa tarifa estás robando siete euros al cliente que llevas cerca, pero le estás regalando diez euros al que llevas lejos. Además, el baremo que ha hecho el Ayuntamiento está fatal: ha contado la tarifa para un trayecto sin tráfico, pero ¿sabe Botella cuánto nos cuesta a nosotros una carrera en plena hora punta por la M-30? Perdemos dinero por todos lados", se queja Julio Rollán, taxista en la T4.

Incluso, la Federación del Taxi ha alertado este martes de que el nuevo mecanismo de cobro tiene "un error de programación que puede propiciar una serie de trampas" contra el usuario, según su presidente Mariano Sánchez. Según han detectado los profesionales, el sistema permitiría cobrar la tarifa de 30 euros y, además, cobrar suplementos, con lo que el servicio final podría superar los 40 euros. Mientras, la otra asociación de taxistas (la Gremial) es favorable a la implantación de la tarifa plana porque "clarifica el coste del trayecto". De hecho, recuerda que el sistema es habitual en otras capitales europeas. La mayoría de taxistas aseguran que los clientes estaban este martes indignados; aunque otros profesionales reconocían que había otros muchos contentos: "A la gente que yo he cogido le ha parecido bien".

"Se evitan los fraudes a turistas"

El Consistorio de Botella asegura que los 30 euros fijos ayudan al turista a conocer previamente el coste del taxi. "Así se evitarán los fraudes a los turistas; ya no les darán vueltas por Madrid", justifica un usuario en el aeropuerto. De hecho, algunos de los turistas que llegaban este martes a Barajas veían lógica la tarifa plana: "Con la mala fama que tienen los taxistas de Madrid, me parece bien. Así no cobrarán más de lo que deben", explicaba Antonio, residente en Málaga y de paso en Madrid junto con su mujer Nayra. "Aunque... ahora que lo pienso nos van a cobrar más: hasta ahora un recorrido hasta Atocha salía por unos 25 euros. Nos lo van a subir cinco euros", añaden estos turistas.

El primer día de funcionamiento del sistema "está siendo caótico", según los taxistas. "Nadie nos ha explicado cómo aplicar las tarifas. Hay supuestos que no han quedado claros y que pueden ser una fuente de conflictos con los viajeros", apunta Ignacio, uno de los conductores. Entre esos "supuestos confusos", los profesionales destacan uno: si suben dos viajeros en el aeropuerto y cada uno va a un punto de la almendra central, no saben si cobrar 30 euros al primero que se baje o aplicarle la tarifa plana al último pasajero. Además, finalizar la carrera a un lado u otro de la M-30 supone una diferencia de hasta 10 euros: por ejemplo, alguien que llegue a Ventas pagará 30 euros, mientras que si se queda al otro lado de la calle Alcalá (El Carmen) pagará solo 21 euros.

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