La Asociación de Consumidores de Navarra Irache considera "necesario y urgente" un cambio "profundo" en el sistema actual de fijación de los precios de la luz, "una fórmula poco transparente y que da pie a la especulación en un mercado de primera necesidad para los ciudadanos como es la electricidad".

En un comunicado, Irache ha destacado que "en los últimos años el recibo ha subido de forma constante, en los últimos siete años, un 57 por ciento, que supone unos 200 euros al año para una familia media", según los cálculos de la asociación.

Irache ha criticado "la falta de transparencia del mercado, que hace prácticamente imposible que el consumidor final entienda los conceptos que componen la factura, a qué responden las variaciones de los precios o cómo funciona la producción y distribución del mercado de la luz".

"Lejos de esto, los ciudadanos sólo comprueban que una y otra vez la electricidad les cuesta más cara y se convierten en los principales afectados de una situación que no comprenden", ha asegurado.

Para la asociación, "es necesaria una urgente reforma del sistema de fijación de precios, de tal manera que la factura corresponda lo más fielmente posible al coste que supone la energía que consuma y se aleje de otros intereses relacionados con la especulación financiera".

España, según Irache, "es el sexto país de la UE con las tarifas domésticas más caras, un 11,2 por ciento superior a la media europea, sólo superada por Dinamarca, Alemania, Chipre, Irlanda e Italia, según indica el Eurostat en su último informe".

"En los últimos cinco años el precio del kilovatio/hora se ha incrementado en España un 63%, hasta los 0,228 euros, un aumento sólo superado en la Unión Europea por Malta, Estonia y Letonia. En el lustro, los precios subieron de media en la UE un 27 por ciento", ha asegurado la asociación.

Finalmente, ha resaltado que "algunas eléctricas del mercado libre aprovechan estas subidas para vender contratos de luz" y ha llamado a los consumidores a que "sean precavidos ante estas ofertas".

"Conviene tener en cuenta que la subida de la parte regulada afecta por igual a todos los contratos. A partir de ahí, el consumidor tendrá que valorar detenidamente si el precio del kilovatio consumido es suficientemente atractivo como para cambiar de compañía, teniendo en cuenta otros costes, como servicios añadidos que suelen ofrecer", ha concluido.