Michael Holmes ha vuelto a nacer. Su paracaídas se enredó y el de emergencia también falló, lo que provocó que cayese al vacío desde una altura de 15.000 pies (unos 4.572 metros).
Una muerte segura de la que se libró gracias a que, aunque no se abrió, el paracaídas salió de la mochila frenando en parte la aceleración del descenso.
También contribuyó a su salvación el hecho de caer sobre un 'colchón' de espesa vegetación.
Sólo sufrió fuertes golpes y la fractura de una pierna.
Todo quedó grabado por la cámara que el paracaidista llevaba incorporada en su casco.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios