El Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) ha obligado a la Consejería de Educación, Cultura y Deporte a conceder la jubilación con incapacidad permanente a una maestra de Infantil de 51 años con artrosis en la zona cervical y lumbar de hace más de 15 años y episodios depresivos desde hace más de once.

Según explica en su sentencia la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJC, la mujer ha estado de baja desde marzo de 2010 y había pedido la jubilación con incapacidad permanente pero en enero de 2012 desde la Consejería se decidió no proceder a la petición de la docente y le ordenó incorporarse con "carácter inmediato".

Por ello, la profesora interpuso un recurso de alzada que fue desestimado en mayo por el consejero de Educación, Miguel Ángel Serna, y que llevó a la docente a interponer el recurso contencioso-administrativo que ahora la Sala estima, en contra de lo que solicitaba el Gobierno regional.

El Ejecutivo defendía que la resolución de la Consejería es conforme a derecho pues se fundamente en el dictamen "preceptivo y vinculante" en estos casos del Tribunal Médico Administrativo en el que, se señalaba, que la mujer "no está afectada por una lesión o proceso patológico que disminuya o anule su capacidad laboral".

Sin embargo, la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJC considera acreditado por los informes periciales "la existencia de una patologías cronificadas y de incierta reversibilidad" que la incapacitan totalmente para el ejercicio de las funciones propias de su plaza docente de maestra".

Señala que estos informes "evidencian" que la "limitan" para la realización de algunas actividades relacionadas con su puesto y le imposibilitan para mantener un nivel de atención y concentración adecuado a las tareas docentes.

Además, cita también las palabras del perito judicial afirmando que la reincorporación a la actividad laboral supondría un "agravamiento de las patologías".