Los expertos reclaman ciudades más prácticas y seguras para la mujer

Una ciudad segura para las mujeres es una ciudad segura para todos.
Puede parecer una perogrullada pero cada vez son más las voces disconformes con los planteamientos urbanísticos que no tienen en cuenta los problemas cotidianos con los que se encuentra el colectivo femenino.
 
Sin ir más lejos, la Diputació de Barcelona y la Generalitat organizan estos días la jornada Urbanismo y género (www.urbanismeigenere.net), donde se reclama introducir lo que se ha venido a llamar la perspectiva de género, la visión específica de las mujeres, para adaptar la vía pública a sus necesidades diarias y eliminar los obstáculos que se encuentran en sus desplazamientos cotidianos o en el uso de espacios y servicios.
 
En la práctica, explicó ayer la presidenta del Institut Català de la Dona, Marta Selva, se trata de «dar un valor al trabajo de cuidados y atención» que aún realizan mayoritariamente las mujeres en compaginación con su trabajo remunerado. Esta «doble jornada» requiere de un diseño diferente en los horarios valle y trayectos del transporte público –el 73% de las mujeres son usuarias frente al 56% de los hombres–, en la creación de espacios multifuncionales, o unas aceras más amplias para carritos. «La ciudad a menudo convierte a la mujer en una discapacitada», tal como resumió Imma Moraleda, de la Diputació.
 
Mala iluminación
 
Hay más ejemplos de una ciudad poco femenizada. Isabela Velázquez, directora de las jornadas, apuntó en la lista negra los parques poco iluminados y con recovecos que impiden la visión total y dan a la mujer una percepción de peligro, o las farolas que iluminan la carretera y no la acera.
 
De Glòries a Fort Pienc
 
¿Hay algún ejemplo de un espacio público con perspectiva de género? La pregunta la respondió ayer Imma Moraleda, de la Diputació, que señaló las bondades de las islas de servicios que ayudan a «gestionar mejor el tiempo de la cotidianedad». Ejemplos de este modelo son Fort Pienc y la Illa Philips, que reúnen desde el mercado a la biblioteca, del ambulatorio a un centro cívico. La arquitecta Isabela Velázquez criticó los jardines del scaléxtric de Glòries, paradigma de parque poco seguro y accesible. Más cuestiones a resolver: ¿quién es capaz de si se va cargado abrir sin esfuerzo un contenedor de basuras?
 
 
«El actual modelo de ciudad es un modelo que no sirve para casi nadie y dificulta la vida»
Isabela Velázquez Arquitecta
 
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