La Eurocámara aprueba la norma que protege al consumidor frente a los abusos hipotecarios

  • Contempla la dación en pago entre otras evoluciones respecto a la ley española.
  • Se limitan los cargos por impago y se evita el sobreendeudamiento a largo plazo.
  • El consumidor dispondrá de un periodo obligatorio de reflexión de siete días antes de firmar un contrato hipotecario.
Imagen tomada con un objetivo de ojo de pez que muestra el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo.
Imagen tomada con un objetivo de ojo de pez que muestra el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo.
Patrick Seeger / EFE
Imagen tomada con un objetivo de ojo de pez que muestra el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo.

Por unas hipotecas más seguras, es decir, menos agresivas con el consumidor. Con esa filosofía el pleno del Parlamento Europeo ha dado su visto bueno definitivo a la futura normativa de hipotecas. En teoría, el nuevo marco aumentará la protección e información previa de los que suscriban un crédito hipotecario.

De entrada, la directiva contempla la opción de la dación en pago entre otras evoluciones respecto a la legislación española. La nueva norma prohíbe que se pueda excluir esa posibilidad cuando la hayan pactado las partes previamente o incluso si no lo hubieran hecho con anterioridad si aceptasen esa solución a posteriori y ante la imposibilidad del consumidor de asumir la hipoteca.

Además, la directiva exigirá una "tolerancia razonable" antes de proceder a las ejecuciones y limitará los cargos por impago protegiendo a los consumidores y evitando el sobreendeudamiento a largo plazo.

Entre las nuevas garantías de las que dispondrán los europeos está la de que el consumidor disponga de un periodo obligatorio de reflexión de siete días antes de firmar un contrato hipotecario, o bien del mismo periodo de siete días para retractarse tras la firma.

La directiva fija estándares mínimos para mejorar la información al consumidor antes de firmar los créditos y para reforzar los derechos de los prestatarios durante el desarrollo de los contratos.

El texto también incluye garantías de flexibilidad en el pago, por ejemplo eliminando la posibilidad de imponer recargos si el prestatario quiere pagar el préstamo antes de tiempo. La entidad, eso sí, tendría derecho a recibir una compensación justa por los costes de ese reembolso anticipado, pero no podría imponer multas adicionales para desincentivar esta amortización.

Para evitar los préstamos irresponsables, las entidades vendedoras de hipotecas tendrían que ser autorizadas, registradas y supervisadas por las autoridades nacionales para asegurarse de que cumplen requisitos profesionales estrictos.

Por otro lado, se reforzarán los criterios de evaluación de la solvencia del comprador, con lo que se quiere frenar la concesión de hipotecas a personas que no puedan pagarlas. Asimismo, la directiva prohíbe a los prestamistas hacer ofertas de crédito condicionadas a la compra de seguros y otros productos financieros de un proveedor especificado.

El eurodiputado socialista Antolín Sánchez Presedo, ponente de la directiva, explica que la normativa "supone un cambio muy importante" al "ser la primera directiva hipotecaria europea". Los cambios suponen un listado de garantías que "tendrán que ser incorporadas en la legislación española porque ahora no existen", asegura.

El acuerdo sobre el contenido de la norma fue ya alcanzado en septiembre, pero la Eurocámara ha esperado a que se aprobaran los nuevos mecanismos de las autoridades europeas de supervisión para pedir información a las autoridades nacionales sobre la implementación de directivas a fin de dar el visto bueno formal.

Esta votación formal ha recibido 596 sufragios a favor, 31 en contra y 65 abstenciones.

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