La acusada de matar a su bebé nada más dar a luz dice que pensó que nació muerto y que no le golpeó

La mujer acusada de matar a su bebé nada más dar a luz en Estepona (Málaga) ha declarado este martes que pensó que la niña había nacido muerta, puesto que no tuvo ningún signo de vida; y ha negado que la golpeara o que la lanzara por encima de un muro para deshacerse de la pequeña, explicando que se cayó cuando intentó depositarla al otro lado.

La mujer acusada de matar a su bebé nada más dar a luz en Estepona (Málaga) ha declarado este martes que pensó que la niña había nacido muerta, puesto que no tuvo ningún signo de vida; y ha negado que la golpeara o que la lanzara por encima de un muro para deshacerse de la pequeña, explicando que se cayó cuando intentó depositarla al otro lado.

Un jurado popular juzga a una mujer, nacida en Kazajistán, para la que la Fiscalía de Málaga pide inicialmente 20 años de prisión por un delito de asesinato con la agravante de parentesco, al considerar que acabó con la vida de su bebé, al que "arrojó con vida y envuelto en un pañuelo por encima del muro del jardín de la vivienda, según el escrito provisional, al que ha tenido acceso Europa Press.

La mujer ha explicado que llegó a España un mes antes de los hechos, que tuvieron lugar en agosto de 2012, y que estaba de niñera para una familia para la que también trabajaba en su país. Ha asegurado que no dijo a nadie que estaba esperando un hijo ni tampoco que el embarazo era fruto de una violación que había ocurrido en su país.

"A pesar de estar asustada, quería tenerlo", ha asegurado la acusada, quien ha relatado ayudada por un traductor que el parto fue "muy rápido" y comenzó de manera "inesperada", encontrándose en una situación de shock, a pesar de lo cual no avisó a la familia de lo que le estaba sucediendo, sino que tuvo a la niña sola en el cuarto de baño.

Ha señalado que cuando nació su bebé estaba azul y "en ningún momento dio muestras de estar viva", aunque no intentó reanimarla dándole palmaditas ni tampoco anudó el cordón umbilical, sino que la enrolló en una toalla y la dejó en el cuarto de baño mientras limpiaba la sangre y se iba a atender al niño que cuidaba, que se había despertado.

Luego, según siempre el relato de la acusada, cogió a su hija, salió y se acercó a un muro que da a otra vivienda, donde se aupó para intentar depositar al bebé al otro lado, pero se dio cuenta de que había mucha altura y "se me escapó, se cayó", negando que hubiera golpeado con nada ni contra nada a la recién nacida y que la hubiera lanzado por encima de la pared.

Pasaron unos 15 minutos y escuchó unos llantos, ha declarado, indicando que el dueño de la casa se levantó y fueron al exterior donde hallaron al bebé, tras lo que llamaron a los médicos para que lo asistiera, momento en el que tampoco dijo que era su hija. La niña, según la acusación, tenía un traumatismo craneoencefálico y fracturas craneales múltiples graves, falleciendo una semana después.

La Fiscalía sostiene que hay contradicciones en la acusada y que actuó "con ánimo de atentar contra la vida del neonato"; mientras que la defensa entiende que "nunca hubo intención de matar", por lo que pide su absolución o, alternativamente, que se le condene por un delito de homicidio imprudente y se le imponga seis meses de prisión, estimando que concurren varias atenuantes.

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