Funcionarios, empleados municipales y voluntarios del Ayuntamiento de Santander completan su formación básica en lengua de signos como una manera de incrementar la calidad de los servicios que se prestan a los ciudadanos y contribuir a la eliminación de las barreras que incomunican a las personas sordas y oyentes entre sí.

El concejal de Autonomía Personal, Roberto del Pozo, ha clausurado un curso que forma parte del Plan municipal para la Promoción y Atención de las personas con discapacidad y tiene como finalidad facilitar el reciclaje formativo de los empleados municipales en el que han participado varios funcionarios, empleados públicos y voluntarios, según ha informado en un comunicado el Consistorio.

Además, está integrado dentro del Plan para la Promoción y Atención de las Personas con discapacidad.

Del Pozo, acompañado por el presidente y profesor de la asociación, Alberto Torres, ha entregado los diplomas acreditativos al personal que voluntariamente ha participado en esta propuesta que se lleva a cabo cada año con, según el edil, un "gran respaldo" por parte de los empleados públicos.

El curso, que se ha desarrollado durante 30 horas, ha tenido un carácter práctico en su mayoría y en él, "además de nociones básicas de la lengua de signos, se ha enseñado a los alumnos a realizar presentaciones y saludos, el alfabeto dactilológico y vocabularios específicos en función del grupo en el que desempeñan su actividad profesional.