La llegada del frío y las complicaciones que causa en los enfermos crónicos, sobre todo en ancianos, ha provocado un repunte en el número de ingresos hospitalarios que ha generado problemas este pasado fin de semana en el Hospital Doctor Peset de Valencia, que atiende a pacientes del sur de la ciudad y a municipios del área metropolitana.

Desde la semana pasada, el centro sanitario atiende unas 360 urgencias diarias, frente a las 340 de la media habitual. No obstante, muchos de ellos presentaban patologías de mayor gravedad, sobre todo de tipo respiratorio, lo que ha ido incrementando los ingresos.

Por ello, durante este pasado fin de semana, se creó un cuello de botella en el tránsito del área de Urgencias hacia las habitaciones. Algunos pacientes esperaron cuatro horas por la mañana, hasta que se liberaban camas. Este hecho llevó a la dirección del hospital a reabrir la tarde de este lunes una sala de hospitalización, la 7ª Tercera, con 36 camas, cerrada desde el verano por los recortes.

Fuentes del centro apuntaron que la actividad estaba siendo "la habitual" y negaron "ningún tipo de colapso ni saturación". Sin embargo, el hospital, con 540 camas, estaba lleno este lunes.

Otras fuentes denunciaron la presencia de camas en los pasillos y el "hacinamiento" en áreas como preingreso y observación, a las que no pueden acceder los familiares de los enfermos.

Los otros dos grandes hospitales de Valencia, La Fe y el Clínico, se encuentran en sus niveles habituales de urgencias atendidas en las últimas dos semanas. Según fuentes de la Conselleria de Sanidad, el centro sanitario de Malilla no ha experimentado "ningún incremento" durante el puente. El de Blasco Ibáñez registró 385 de media al día, su nivel normal.