Fernando Tejero ha regresado con su personaje de Fermín, "un trilero de buen corazón" para instalarse en la alocada urbanización de Montepinar de La que se avecina, junto a otros actores con los que estuvo en Aquí no hay quien viva, una serie que todavía le da fama y trabajo en América Latina.

"La televisión es un escaparate brutal", confesaba el actor cordobés a un grupo de periodistas en la presentación de La que se avecina, serie en la que apareció durante tres capítulos en la anterior temporada, y la que ha regresado porque estuvo "muy agusto" en ella.

Y es que el actor se considera "muy afortunado" porque no le falta el trabajo y puede "elegir". "A estas alturas de la película, tengo claro que trabajar para pasarlo mal no es necesario", asegura y aclara que en agosto pasado dejó la obra de teatro Mitad y mitad, que interpretaba con Pepón Nieto, por "agotamiento".

"Llevaba cinco meses compaginándolo con el rodaje de La que se avecina y lo tuve que dejar, aunque me sabe mal, tal y como está el trabajo", asegura, y afirma, no obstante, que está preparando otro proyecto teatral junto a otras dos compañeras de la serie, Isabel Ordaz y María Adánez, esta última también nueva en el vecindario de Montepinar.

El estreno de la séptima temporada de La que se avecina se situó como la emisión más vista del pasado lunes, con casi 5 millones de espectadores y un 23,6% de cuota de pantalla.

Sobre las diferencias entre Aquí no hay quien viva, que emitió Antena 3 entre 2003 y 2006, y La que se avecina, explica que esta lleva sus tramas "más al límite, se acerca más al cómic", mientras la primera "era algo más realista, sobre todo al principio".

"Aquí no hay quien viva rompió moldes", asegura, y recuerda que "nunca" ha dejado "la popularidad" porque no ha parado de hacer cine, un medio en el que ha conseguido premios como la Biznaga de Plata al mejor intérprete en el Festival de Málaga por la cinta Cinco metros cuadrados (2011), o el Goya como mejor actor revelación en 2004 por Días de fútbol.

"Es difícil que la gente se olvide de mí", asegura, y añade que rodará una película en la primavera próxima en Colombia titulada Fuera de lugar, una comedia romántica "distinta" a lo que ha hecho hasta ahora.

"Hago el papel de especie de galán al que plantan en la altar y decide hacer la luna de miel él solo; me han visto con otros ojos...", añade.

Además de películas, la popularidad de la televisión le ha procurado incluso ofertas de publicidad en Venezuela, donde asegura que Malena Alterio, su compañera de reparto en Aquí no hay quien viva, y él mismo son "muy famosos", aunque rechazó el ofrecimiento porque quería descansar una temporada.

"Prefiero trabajar menos y variar más", explica, y apostilla: "No estoy en esta profesión para parecer un funcionario, cuando siento que no me pasan cosas con un personaje, pruebo con otro proyecto".

Por ahora, su trabajo más inmediato, mientras espera el rodaje de la octava temporada de La que se avecina, será la anunciada serie con José Mota para Telecinco, que ya está en fase de escritura de guion.

"No sé si haría dos series a la vez, ni quiero quemarme ni cansar a la gente. Espero poder compaginarlo", concluye el actor sobre esta trayectoria televisiva que le espera.