Los gestores de la Universidad Loyola Andalucía, que ha comenzado su trayectoria académica en la presente promoción 2013-2014, han mostrado su satisfacción por la apertura y el hecho de que el funcionamiento de la institución haya estado "dentro de lo previsto", si bien se han registrado "pequeñas disfunciones, normales para la primera vez", que la entidad pretende resolver "sin mayor dificultad".

En una entrevista concedida a Europa Press, el rector de Loyola Andalucía, Gabriel Pérez Alcalá, ha aludido, dentro de esas incidencias, al hecho de "no haber comunicado bien a la ciudadanía" que esta universidad es "accesible" y que cuenta con un sistema de becas "potente", para hacer saber que "todo el que cumpla requisitos académicos podría estudiar con nosotros".

Y es que Loyola Andalucía ha registrado "pocas" solicitudes de alumnos de determinadas zonas, con un número de peticiones de becas de nuevo ingreso que ronda las 70, "porcentaje relativamente pequeño para lo que manejamos". Esto "nos ha preocupado y lo vamos a mejorar", ha dicho.

Sostiene Pérez Alcalá que esta situación puede deberse, además de centrarse en ámbitos muy concretos, a que "hay determinadas capas de la población que ven una universidad privada y automáticamente se excluyen, bien por razones ideológicas, algo que sería comprensible y que entiendo perfectamente en la medida en que una institución promovida por la Compañía de Jesús puede generar rechazo ideológico en algunos núcleos, o bien por pensar, por el mero hecho de ser privada, que será muy cara y no podrán acceder: es el caso que me preocupa".

Y es que Loyola, ha expuesto su rector, ha pretendido ser una sede académica privada pero "accesible a la clase media en general", dotada con un sistema de becas y ayudas que cree "suficiente" en base a la experiencia previa de su centro adscrito en Córdoba "durante los últimos 50 años", donde un 20 por ciento del alumnado ha contado con algún tipo de ayuda.

Así, se contabilizan los 'préstamos al honor', en los que se da al estudiante el dinero y luego debe devolverlo a partir del momento en que empiece a trabajar "con un tipo de interés cero por ciento y sin más garantía que su palabra", y las becas de excelencia, para alumnos que al margen de su situación de renta tienen notas excepcionales. "A igualdad de notas, se premia al de menor renta, y a igualdad de renta, al que tiene más nota: siendo igual para todos, se recompensa al que más se esfuerza", ha subrayado el rector.