Valcárcel defiende que "la Constitución ha de estar siempre a salvo de los vaivenes políticos"

Advierte a quienes abogan por reformas del modelo territorial que los cambios "sólo podrán ser acometidos cuando susciten un amplio acuerdo social"
Valcárcel y Bascuñana, con los premiados
Valcárcel y Bascuñana, con los premiados
EUROPA PRESS
Valcárcel y Bascuñana, con los premiados

El presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, defendió hoy que "la Constitución ha de estar siempre a salvo de los vaivenes políticos asociados a la alternancia en el poder de las distintas opciones ideológicas". Asimismo, se reafirmó en que cualquier modificación o reforma de la Carta Magna ha de ser "fruto y expresión de un amplio acuerdo respaldado por la mayor representación de la sociedad española".

El jefe del Ejecutivo regional se expresó en estos términos en el Archivo General de la Región de Murcia, donde presidió el acto oficial con motivo del XXXV aniversario de la aprobación de la Constitución Española de 1978, junto con el delegado del Gobierno, Joaquín Bascuñana, y en presencia de numerosas autoridades sociales, académicas, religiosas, civiles y militares.

"Cada 6 de diciembre", afirmó Valcárcel, "los españoles contamos con motivos sobrados para una doble celebración", tanto por "el privilegio que representa vivir en un Estado de Derecho, cuyo régimen de libertades se ha hecho merecedor de un gran reconocimiento fuera de nuestras fronteras", como por "la tranquilidad que supone que estos derechos y libertades estén garantizados y defendidos por un instrumento legal de primer orden como la Constitución de 1978".

Una Carta Magna cuya aprobación constituyó, en palabras del presidente murciano, "uno de los momentos más decisivos de la reciente Historia de España y la mejor prueba de la inmensa fuerza que representa la soberanía nacional como fuente de la que emanan los poderes del Estado".

Igualmente subrayó que "la Norma Fundamental de nuestro corpus legislativo institucional, nacida del consenso y de la definitiva superación entre los españoles de diferencias hasta entonces irreconciliables", ha constituido, durante los últimos 35 años, "el más firme baluarte de nuestro sistema democrático frente a la violencia, la intolerancia, la discriminación, la desigualdad, la insolidaridad o los desequilibrios territoriales, entre otras amenazas para nuestra convivencia".

"sólo al conjunto de los españoles corresponde decidir su futuro"

Por tales motivos, "es muy grande nuestra deuda con la Constitución que devolvió a España a la senda de la normalidad institucional, equiparándonos a las democracias de nuestro entorno", destacó Valcárcel.

También alertó contra "las voces que, movidas por razones e intereses de distinta índole, han puesto en cuestión los sólidos pilares institucionales por los que se rige nuestro actual modelo de convivencia".

"Voces críticas que, en lugar de valorar lo mucho que nos une y que nos hace más fuertes", señaló, "han centrado su atención únicamente en los aspectos negativos propiciados por una situación excepcional que la mayoría de los españoles han sido capaces de afrontar con admirable responsabilidad y un gran sentido cívico, prodigándose en esfuerzos y asumiendo sacrificios, sin perder la esperanza de poder salir adelante y volver, cuanto antes, a la senda del crecimiento".

"A quienes siembran dudas o malinterpretan su verdadero sentido en provecho propio", apuntó, "habría que recordarles que la misma Constitución determina que la soberanía nacional reside única y exclusivamente en el conjunto del pueblo español y sólo a éste corresponde decidir su futuro".

"Así lo demostró", afirmó, "con su masivo respaldo a la Constitución de 1978, como la culminación de un proceso en el que la sociedad española evidenció, de una manera incontestable, su madurez política y una generosidad excepcional a la hora de sentar las bases para una convivencia en paz, libertad y democracia".

"Una convivencia fundamentada sobre principios de igualdad, solidaridad, equidad y justicia", que constituyen aquellos "valores irrenunciables en los que nuestra Carta Magna encuentra su verdadera razón de ser, y que", alertó Valcárcel, "hoy se ven cuestionados por quienes, desde posiciones nacionalistas e independentistas, propugnan una interpretación del texto constitucional a la medida de sus intereses, exigiendo cambios y reformas mediante unos procedimientos que no se ajustan a la legalidad y que chocan frontalmente con el fraternal espíritu de concordia y de compromiso colectivo que inspiró su redacción".

Una constitución "joven" y "madura" a un mismo tiempo

Tras incidir en que la Constitución de 1978 "es una norma que ha acreditado sobradamente una notable capacidad de adecuación a las circunstancias, lo que deja abierta la puerta a nuevas modificaciones", resaltó que "en comparación con las de su entorno europeo, es aún joven y tiene muchos años por delante para seguir evolucionando y enriqueciéndose con las reformas que se estimen necesarias, aunque lo suficientemente madura para que éstas se realicen sin urgencias ni sobresaltos".

"A quienes abogan por reformas constitucionales de gran calado que repercutan directamente en cuestiones de tanta relevancia como la organización territorial, o en favor de tesis federalistas tan indefinidas en sus objetivos como en su contenido, habrá que dejarles bien claro que estos posibles cambios sólo podrán ser acometidos cuando susciten un amplio acuerdo social y no vulneren las irrenunciables líneas rojas cuyos límites están definidos por el respeto a la igualdad, la libertad y la soberanía de todos los españoles", concluyó el jefe del Ejecutivo murciano.

Necesidad de modificar la legislación;

Antes que la constitución

Por su parte, Bascuñana ha destacado la vigencia de la Constitución Española y, aunque no ha negado la necesidad de una reforma para solucionar algunos problemas, ha defendido la necesidad de hacerlo modificando la legislación ordinaria antes de subir a otro nivel.

"Es verdad que tenemos problemas y que esos problemas han generado demandas: más democracia, mejor reparto de la riqueza y de los sacrificios, sistema electoral más justo, financiación autonómica más equilibrada, Senado, modelo territorial actualizable*etc. Pues bien, creo que, sin perjuicio de que en algunos de esos supuestos fuera preciso tocar la Constitución, cosa que no niego, buena parte de tales problemas pueden encontrar solución, y una solución suficiente, tan solo con tocar la legislación ordinaria", indicó.

PREMIADOS

Tanto Valcárcel como Bascuñana felicitaron a las personas y entidades galardonadas en el acto, como Ángel Galiano Meseguer, condecorado con la Cruz de Oficial de la Orden de Isabel la Católica, quien preside la Venerable Cofradía del Santísimo Cristo del Amparo y María Santísima de los Dolores desde 1999.

Francisco Legaz Cervantes recibió la placa de honor de la Orden del Mérito Civil como presidente de la Fundación Diagrama, que desde 1991 atiende las necesidades de personas vulnerables o en dificultad social, siempre desde la defensa y promoción de los Derechos Humanos.

La Fundación posee el Estatus Consultivo Especial en el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas y es miembro de la Conferencia de ONG en relación consultiva con las Naciones Unidas como reconocimiento a su labor y trayectoria.

Los distinguidos con sendas Placas de Honor de la Delegación del Gobierno son, Emilio José García Mercader, presidente de la Fundación de Victimología y uno de los impulsores de la Ley de ayuda a las víctimas del terrorismo de la Región de Murcia de 2009; así como el Padre Jesús Hernández Martín, fraile franciscano que fuera director de Proyecto Hombre durante una década.

Jesús Hernández Martín, placa de honor de la Delegación del Gobierno, ha sido reconocido por sus más de 20 años dedicado a la rehabilitación y reinserción de personas que han caído en el mundo de la droga y ha sido presidente de la Fundación Proyecto Hombre.

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