El Consejo Andaluz de Participación de las Mujeres exige la retirada "inmediata" del libro 'Cásate y sé sumisa'

El Consejo Andaluz de Participación de las Mujeres (CAPM), órgano consultivo de la Junta que da participación y representa a las asociaciones de mujeres que existen en Andalucía, ha acordado, en el seno de su Comisión Permanente, reunida este miércoles, exigir al Arzobispado de Granada la retirada "inmediata" de la publicación 'Cásate y sé sumisa', por suponer su contenido "una clara apología de la violencia de género, al adoctrinar con argumentos religiosos en pro de la sumisión de la mujer ante el hombre".

El Consejo Andaluz de Participación de las Mujeres (CAPM), órgano consultivo de la Junta que da participación y representa a las asociaciones de mujeres que existen en Andalucía, ha acordado, en el seno de su Comisión Permanente, reunida este miércoles, exigir al Arzobispado de Granada la retirada "inmediata" de la publicación 'Cásate y sé sumisa', por suponer su contenido "una clara apología de la violencia de género, al adoctrinar con argumentos religiosos en pro de la sumisión de la mujer ante el hombre".

Asimismo, ha recogido la propuesta presentada por todos los grupos parlamentarios andaluces a través de una Proposición no de Ley para elaborar un informe sobre aquellos aspectos del contenido del citado libro que puedan atentar contra la igualdad de género.

El consejo ha querido manifestar su más "absoluto rechazo" hacia ésta "o cualquier otro tipo de publicación que dañe los derechos y libertades de las mujeres, reconocidos en la Carta de Derechos Fundamentales de las Naciones Unidas", y ha recordado en este sentido que "defender cualquier tipo de vulneración del derecho a la igualdad puede suponer el incumplimiento de las directrices marcadas por el Estatuto andaluz, por la Constitución española y por la propia ONU".

A través de un comunicado, ha insistido en que "las relaciones sentimentales entre hombres y mujeres deben basarse en el respeto y la igualdad, no en la sumisión, uno de los primeros indicios de la violencia de género".

Asimismo, ha subrayado que la utilización "de la religión como justificación de la sumisión y la posesión supone un peligroso caldo de cultivo para retroceder en derechos de deben ser incuestionables, que están consensuados a nivel internacional, y que son principios básicos que están muy por encima de cualquier creencia política, cultural o religiosa".

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