El alcalde de la localidad canadiense de Toronto, Rob Ford, pudo haber ofrecido unos 3.500 euros en efectivo y un coche para comprar el video en el que aparece consumiendo crack, según señalan los informes policiales de la investigación, y así evitar que saliese a la luz, tal y como finalmente ocurrió.

El documento de la policía, de 450 páginas y hecho público este miércoles por un juez de la Corte Superior de la provincia de Ontario, incluye la transcripción de las conversaciones telefónicas entre dos presuntos miembros de pandillas donde aluden a estas ofertas haciendo referencia al alcalde pero sin conversar directamente con él. De ellas se desprende que Ford, que no ha querido comentar estas informaciones ante la prensa, estaba al tanto de la existencia del vídeo en marzo y que se había ofrecido para comprarlo.

El alcalde de Toronto, la ciudad más grande de Canadá y centro financiero del país, lleva un mes en el centro de la polémica por un vídeo en el que aparece fumando crack y por otro más reciente en el que amenaza con matar a una persona. Los videos fueron localizados en un ordenador aprehendido como parte de una operación contra el tráfico de drogas y están en poder de la policía, aunque su contenido ha sido filtrado por el diario Toronto Star, el de mayor tirada de Canadá.

Pese a todo, Ford, que finalmente reconoció haber consumido crack "en algunas de sus borrachera", no se plantea dimitir y está dispuesto a presentarse a las próximas elecciones, previstas para octubre de 2014.

Desde que se convirtió contra todo pronóstico en el alcalde de Toronto en 2010, Ford, un político populista de derechas de 43 años, se ha enfrentado a todo tipo de polémicas: ha sido acusado de financiación ilegal, conflicto de intereses y de utilizar fondos públicos para el equipo de fútbol americano que entrena. Además, en 1999, fue arrestado en Miami (Florida) por conducir borracho y estar en posesión de marihuana. En 2006, cuando aún era concejal, acudió a un partido de hockey borracho y atacó a un matrimonio de turistas. Como en el caso del video, ambos casos fueron negados por Ford en un principio, aunque conforme empezaron a aparecer pruebas, se vio obligado a reconocerlos.