El Juzgado de Instrucción número 1 de Valladolid ha acordado hoy el ingreso en prisión de las tres personas detenidas como presuntas responsables de un centenar de robos en 30 pueblos del sur de la provincia, fundamentalmente en explotaciones agrarias.

En su auto, el juez, José María Crespo, ha acordado el encarcelamiento provisional de los tres detenidos, C.L.C, de 30 años, con más de un centenar de antecedentes y orden de expulsión de España; S.N, de 21 años y para el que se ha pedido su expulsión del país, y C.M.B, de 19, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

La operación, denominada 'Transformers' por los robos de transformadores en las explotaciones agrarias, ha permitido esclarecer 100 robos de objetos —entre ellos 84 transformadores— por valor de 250.000 euros, aunque los daños provocados asciende a unos 500.000 euros.

Los detenidos residían en la localidad vallisoletana de Íscar y a ellos se suma otro identificado e imputado que actualmente podría estar en su país de origen. A todos ellos se les considera integrantes de un grupo dedicado al robo de material de cobre y transformadores eléctricos para su posterior venta como chatarra, así como robos en empresas y viviendas.

Las detenciones se han producido en la noche de este martes, día 3 de diciembre, cuando se inició un operativo que permitió detectar a estos individuos en la localidad de Siete Iglesias de Trabancos, donde perpetraban un robo de un transformador y cableado de un pivot de regadío. Posteriormente, la detención se produjo en la A-62, a la altura de Simancas.

Con esta actuación, la Guardia Civil ha intervenido numerosos efectos (cobre, bobinas, transformadores, taladros, radiales etc), así como el vehículo y herramienta específica para perpetrar los robos, pero aún no ha dado por cerrada la operación, ya que se ha detenido a los considerados "cabecillas" del grupo y podrían tener entre ocho y doce colaboradores. Además, se investiga dónde han podido vender los materiales robados, ya que se han encontrado almacenados.

Así lo ha confirmado el teniente coronel jefe de la Comandancia de Valladolid, Juan Miguel Recio, quien ha hecho un balance de la operación junto al subdelegado del Gobierno, José Antonio Martínez Bermejo, quien cree que aunque el "riesgo cero" no existe se ha acabado con una actividad delictiva muy importante que podría hacer disminuir el "miedo" que han expresado los agricultores a este tipo de hechos.

Inicios a principios de año

El teniente coronel Recio ha explicado que la investigación, "muy farragosa" y con mucha información a analizar, se inició a principios de año en el marco del plan para erradicar delitos contra el patrimonio en explotaciones agrícolas y ganaderas así como en zonas aisladas, en este caso a raíz de un incremento de hechos delictivos, sobre todo este determinado tipo de robos de transformadores y cobre.

Por ello, se intensificaron puntos de verificación, controles, identificaciones y vigilancias intensivas de propiedades, lo que permitió detectar la presencia de varios vehículos sospechosos en las zonas en las que se habían cometido los hechos

Entre los usuarios de estos vehículos se detectaron varios delincuentes que contaban con un amplio historial delictivo, por lo que se intensificó la labor operativa sobre éstos con seguimientos y otro tipo de vigilancia.

Así, a medida que avanzaban las gestiones sobre los usuarios de los vehículos investigados, la Benemérita determinó que los robos los cometía un grupo delictivo perfectamente organizado, por lo que las investigaciones se centraron en determinar la identidad de todos los integrantes del grupo.

Los individuos se trasladaban desde su localidad de origen hasta aquellas en las que iban a cometer los robos y sustraían principalmente cobre de transformadores eléctricos, aunque también hacían lo propio con cualquier efecto que les pudiera reportar algún beneficio.

Así, se les considera autores del robo con fuerza en las cosas de ocho viviendas, en la localidad de Matapozuelos, el pasado 19 de noviembre, de donde presuntamente sustrajeron material de obra y fontanería y dos robos en empresas de Campaspero, de las que se ha recuperado parte del material sustraído (taladros, radiales y material de fontanería).

Grupo estructurado

Se trataba de un grupo de delincuencia organizado y tenían definidas las tareas delictivas, de manera que realizaban reconocimientos de la zona donde iban a delinquir, unos se quedaban robando mientras otros realizaban labores de vigilancia y despiste.

En concreto, Juan Miguel Recio ha explicado que inicialmente acercaban un vehículo con los delincuentes al lugar donde iban a cometer el robo, donde se quedaban algunos trabajando mientras que el coche se retiraba del lugar.

Paralelamente, otro grupo trataba de llamar la atención de la Guardia Civil en otro punto, por ejemplo en el día de la detención en Carpio, donde han hecho saltar las alarmas de una instalación fotovoltaica al romper su verja, con lo que intentaban que los agentes se dirigieran al lugar y ellos pudieran continuar con su robo.

Posteriormente escondían las mercancías sustraídas en lugares seguros del campo para después recogerlas y, una vez que tenían cargada toda la mercancía, evitaban circular en horarios nocturnos para, una vez que amanecía, emprender la marcha de regreso hacia Valladolid o Madrid cuando había más circulación de vehículos para así evitar las identificaciones policiales.

A los detenidos se les imputan los delitos de organización criminal para la comisión de más de 100 robos cometidos en lo que va de año cometidos en las localidades de Iscar, Campaspero, Tordesillas, Siete Iglesias de Trabancos, Nava del Rey, La Seca, Serrada, Matapozuelos, Puras, Mojados, Pozaldez, Pozal de Gallinas, Rubí de Bracamonte, Velascálvaro, Muriel, El Campillo, Olmedo, Boadilla del Campo, Rueda, Villaverde de Medina, Nueva Villa de las Torres, Villalba de Adaja, Pedraja de Portillo, Valdestillas, Ventosa de la Cuesta, Pedrajas de San Esteban, Bocigas, Aguasal, Hornillos y Villavieja.