"Tengo la conciencia tranquila, quiero seguir demostrando mi inocencia", ha afirmado este miércoles el expresidente del Govern balear Jaume Matas para cerrar el juicio como presunto autor de un delito de cohecho al que se ha enfrentado desde el pasado lunes por solicitar que su mujer fuera contratada en un hotel de Palma.

Matas ha hecho uso de su derecho a la última palabra para expresar su confianza en la justicia y explicar al jurado popular que a finales de 2006 pidió al empresario Miguel Ramis que diera trabajo a su esposa en virtud de su amistad de más de 15 años y no como presidente del Govern balear.

Además, el antiguo líder del PP balear ha aludido a que tras 5 años y medio siendo objeto de una investigación judicial por las numerosas piezas del caso Palma Arena ha podido "demostrar que el 95% de las acusaciones" contra él "no correspondían a la realidad".

"Nunca, ni antes, ni en estos 5 años y medio, se me habría ocurrido ni pasado por la cabeza que tendría que acudir a un juicio por esto, por pedirle a un buen amigo de hace más de 15 años un puesto de trabajo para mi mujer", ha incidido.

Por su parte, el fiscal anticorrupción Pedro Horrach ha confirmado su petición de multa de 9.000 euros por cohecho para Matas y ha subrayado que en el juicio ha quedado patente que "miente Matas y miente su mujer". Además, Horrach ha insinuado que la declaración de algunos de los testigos podría estar condicionada e influida por el expresidente.

En su informe final ante el jurado, Horrach ha enumerado una quincena de pruebas que demostrarían que la contratación de la esposa de Matas, Maite Areal, como relaciones públicas del Hotel Valparaíso fue para el empresario que la aceptó "una inversión privada para captar dinero público".

El fiscal ha puesto el acento en que Areal no hizo ningún trabajo efectivo para la empresa que la contrató solo por ser la esposa del entonces presidente del Govern balear y exministro de Medio Ambiente y que fue despedida tras cobrar 42.000 euros durante todo 2007 porque Matas no logró reeditar su mayoría absoluta en las elecciones de ese año.

"Si Matas hubiera ganado las elecciones ella hubiera seguido siendo la supuesta relaciones públicas del hotel", ha insistido el acusador público, que ha recordado que entre 2000 y 2007 el Valparaíso facturó 400.000 euros a instituciones gobernadas por el PP y al propio partido.

Por otra parte, el abogado del expresidente del Gobierno balear, Miquel Arbona, ha rechazado, en la recta final del segundo juicio que ha tenido lugar contra su patrocinado, que la declaración de algunos de los testigos que han comparecido en la vista oral haya estado condicionada, al aseverar que la carrera política de Matas está "absolutamente enterrada".

"Qué poder va a tener si por la calle le insultan e incluso, yendo ayer con él por la calle, me cayó un chorizo", ha manifestado. En su intervención durante la exposición de los informes finales, el letrado se ha dirigido así a los miembros del jurado popular para preguntarles "qué miedo pueden tener los testigos al mentir" si Matas ya no es mandatario de la Comunidad Autónoma y su carrera política "no solo está acabada, sino absolutamente enterrada".

La defensa de Matas solicita su libre absolución al manifestar que éste acudió a finales de 2006 al hotelero Miquel Ramis para pedirle trabajo para su mujer por su relación "de amigos" y no en provecho de su cargo como presidente. Es más, durante su intervención de este miércoles ha manifestado que Matas realizó esta gestión "porque se sentía responsable del fracaso de su esposa en el anterior trabajo que desempeñó". Arbona ha apuntado que Maite Areal fue dada de alta en la Seguridad Social y satisfizo "todos los impuestos".