La Comisión Anti-Sida ha visto hoy en "grave riesgo" la continuidad de los servicios y programas de atención tanto a las personas afectadas como a la población en general, después de haber visto reducida la cuantía de ayudas y subvenciones cerca de un setenta por ciento en tres años.

En el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, la Comisión ha celebrado su tradicional acto para recordar a las personas afectadas por el VIH/SIDA y hacer un llamamiento a la sociedad contra la estigmatización de las personas que la padecen.

La presidenta de la Universidad Popular, Amparo Castrillo, ha sido la encargada de leer, este año, el manifiesto de la Comisión, como punto final a una concentración en la que, alrededor de un lazo rojo, se han concentrado ciudadanos y representantes institucionales como el consejero de Presidencia, Emilio del Río, el del Salud, Jose Ignacio Nieto, y la alcaldesa, Cuca Gamarra.

El manifiesto, cargado de reivindicación, ha recordado que, hace un año, "representantes de ONGs y activistas" denunciaban "la política sociosanitaria del Gobierno que, amparándose en la crisis financiera, había iniciado una transformación del modelo sanitario público y universal en uno privado y excluyente".

"Lamentablemente", ha continuado el comunicado, "este año ha servido para confirmar este cambio, que ha acrecentado las desigualdades y exclusiones en el acceso al sistema sanitario, acabando con la universalidad y la equidad del mismo".

Por tanto, ha reivindicado "la retirada del Real Decreto 16/2012, así como de los sucesivos decretos y recortes referentes al sistema sanitario, de las manera que volvamos al modelo ejemplar de Sanidad que teníamos".

También ha pedido descatalogar al VIH y SIDA como enfermedad infecto-contagiosa; y ha animado a la sociedad civil a "implicarse en la respuesta" a esta enfermedad "así como en la defensa de una Sanidad pública y universal".

Así, en declaraciones posteriores a los medios de comunicación, el presidente del Comité, Javier Pinilla, ha alertado de la "estigmatización" de las personas que padecen esta enfermedad, que continúa y contrasta con los avances científicos.

"Es una enfermedad infecciosa, crónica, controlada médicamente y cuyo contagio está identificado y, por tanto, no hay que estigmatizar a estos enfermos", ha explicado. "Todo aquello que está oculto y estigmatizado es más difícil de erradicar", ha añadido.

Contagio de madres:

Prácticamente erradicado

En este sentido, ha afirmado que "hay prácticas de riesgo, no grupos de riesgo, grupo de riesgo somos todos". Estas prácticas son el sexo no protegido, tanto homosexual como heterosexual (ocho de cada diez nuevos casos han sido con esta práctica), y compartir jeringuillas (drogadicciones).

Hay, además, una práctica que está "prácticamente erradicada" y es la transmisión madre a hijo (en el embarazo, el parto sobre todo, y la lactancia).

Ha relatado que está "prácticamente erradicada porque se controla a las madres sanitariamente, aplicándole el protocolo y los antivirales y, de esta forma, la probabilidad de infectar al niño es prácticamente nula".