Algunos básicos asturianos para disfrutar del buen comer

Si de comer se trata, en Asturias estamos en buenas manos. Un escenario de mar y montaña, grandes productos y generosas raciones. En pocos sitios como en Asturias es un placer sentarse a la mesa.

Para empezar, unos culines de sidra, una bebida natural y  sana. Los asturianos defienden que tomada con moderación protege contra la arteriosclerosis y los cálculos renales. La suya es una sidra de baja gradación alcohólica (entre 4 y 6 grados), refrescante y con un color amarillo claro.

Hoy en día existe la D.O. Sidra de Asturias. El Consejo Regulador garantiza la calidad de la sidra que sale de las 587 hectáreas en las que se plantan las 22 variedades de manzanas autorizadas.

Ya en la mesa, parece obligado comenzar por la fabada. A las fabes (judías grandes) se las acompaña con jamón, lacón, tocino, chorizo y morcilla. Aunque existen otras recetas con otros añadidos: con almejas, con rabo de toro o con tropiezos de marisco.

Decimos almejas, y es que Asturias goza de los frutos del mar. Cuenta con más de 300 kilómetros de costa del Cantábrico. Además de los mariscos al natural –las ostras por ejemplo– y los pescados preparados a la plancha, gustan los guisos. El pote marinero es una muestra: patatas, cabracho y bejel (a veces merluza).

Para acabar muchos querrán degustar un arroz con leche, que en Asturias dominan, logrando ese punto en que arroz y leche se hacen crema. Los menos golosos pedirán queso, y sobra oferta.

El más conocido de todos los quesos es el cabrales, con Denominación de Origen, de pasta azul, graso y semiduro. Se  elabora con leche de vaca y, en ocasiones, también de oveja y cabra. Afamado ya el afuega 'l pitu –también con Denominación de Origen–. Fresco y blancuzco o naranja. Su sabor es ligeramente ácido y los más rojos suelen ser más picantes y fuertes.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!