Islas con forma de corazón, consoladores de diamantes y otros regalos de las 'celebrities'

  • Los famosos más adinerados suelen usar su fortuna para satisfacer los caprichos y realizar los regalos más extravagantes.
  • Angelina Jolie le acaba de regalar a Brad Pitt una isla con forma de corazón.
  • Ben Affleck le regaló a Jennifer Lopez un asiento para el retrete, Karl Legerfeld posee 300 iPods, Michael Jackson compró varias momias egipcias...
La isla con forma de corazón que Angelina Jolie ha comprado a Brad Pitt.
La isla con forma de corazón que Angelina Jolie ha comprado a Brad Pitt.
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La isla con forma de corazón que Angelina Jolie ha comprado a Brad Pitt.

Todo el mundo tiene sus pequeños caprichos: dos entradas para el musical de moda, un par de zapatos un poco caros o incluso una chocolatina al salir del supermercado. Pero, si una persona tuviese varios millones para gastar despreocupadamente, ¿seguiría teniendo esas pequeñas tentaciones? Todo parece indicar que no.

No son pocos los famosos que han demostrado que, cuanto más dinero se tiene, más extravagantes se vuelven sus impulsos consumistas. El último gran derroche corre a cargo de Angelina Jolie. La actriz, de 38 años, ha pagado 15 millones de euros por una isla con forma de corazón situada frente a Nueva York.

Angelina tiene una buena excusa para este desembolso y es que, en esta ocasión, el capricho no es para ella sino para su amado Brad Pitt, que el próximo 18 de diciembre cumplirá 50 años. Por si fuera poco, para que el regalo sea aún más perfecto, en la isla hay dos casas diseñadas por el arquitecto Frank Lloyd Wright, uno de los personajes más admirados por el actor.

En cuestión de obsequios, a las celebrities no les falta originalidad (ni dinero). En 2003, Ben Affleck le regaló a su entonces pareja Jennifer Lopez un asiento personalizado y adaptable para el retrete, un presente de 83.000 euros pensado para satisfacer las muchas manías de la artista con la higiene personal.

También en el plano íntimo, aunque de otra variedad, habría que situar uno de los obsequios que se sabe que David Beckham le hizo a su esposa Victoria: un vibrador de platino y diamantes valorado en 2 millones de dólares (1,5 millones de euros). De los Beckham también se dice que hace unos años pagaron 1.800 euros a un empleado para que abriese los regalos de Navidad por ellos.

En 2008, cuando Adrien Brody era el novio de Elsa Pataky (y no el musculado Chris Hemsworth), la española recibió por parte de su pareja, como regalo de cumpleaños, un castillo del siglo XIX situado al noroeste de Nueva York y decorado por Giorgio Armani. No se sabe cuánto le costó el detallito a Brody, pero es probable que lamentase el desembolso cuando, sólo un año después, se produjo la ruptura con la actriz.

A Tom Cruise y su exesposa Katie Holmes también les gustan los presentes, así como agradar a sus invitados. Por ese motivo, en una de sus fiestas llegaron a gastarse 6.000 euros sólo en papel de regalo.

Caprichos para uno mismo

Los elevados y extravagantes gastos de los famosos no siempre van dirigidos a sus parejas o amigos, lo más habitual es que esas grandes sumas de dinero vayan dirigidas a satisfacer sus propios deseos. Elton John, que en los últimos años se ha vuelto más comedido, era conocido por realizar casi a diario una gran cantidad de gastos disparatados. Se podía llegar a gastar 60.000 dólares al año sólo en flores y a menudo exigía que hubiera un determinado tipo de plantas allá donde fuese.

Por su parte, el diseñador Karl Lagerfeld dice poseer unos 300 iPods, 70 de los cuales están distribuidos por su mansión, para poder escuchar música esté donde esté sin tener que desplazarse. Lagerfeld contrató además a una persona para que se encargase de tener todos los iPods actualizados con la música del momento.

Aun así, mucho les queda a todos ellos para llegar al nivel del rey del pop y las excentricidades, Michael Jackson. Estaba obsesionado con Peter Pan y la idea de no crecer. Sobre este anhelo construyó Neverland (El país de Nunca Jamás), un enorme rancho que era al mismo tiempo su hogar, un parque de atracciones y un zoológico con más de 200 especies de animales diferentes.

Cuando estaba lejos de su casa, a Michael Jackson le costaba sentirse cómodo. En 2006, el artista hizo que el exclusivo Hotel Hempel de Londres construyese un muro de cinco metros de altura en una de sus habitaciones de lujo para preservar mejor su privacidad y la de sus hijos. Entre las pertenencias más peculiares del cantante se encontraban varias momias egipcias y su famoso guante con cristales de Swarovski.

Fama internacional, dinero y excentricidad parecen conceptos unidos a fuego. ¿Cuánto tardará alguna celebrity en querer comprar la Luna?

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