La mala circulación de las piernas afecta al 67% de los pacientes de Atención Primaria

  • La manifestación habitual son varices, dilataciones y alargamientos de las venas.
  • Eso causa sensación de hinchazón, calambres, hormigueo y dolor al caminar.
  • No estar mucho tiempo de pie, hacer ejercicio, comer equilibradamente y dormir con las piernas algo elevadas favorece la circulación.
Las varices son manifestación de una piernas que sufren mala circulación.
Las varices son manifestación de una piernas que sufren mala circulación.
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Las varices son manifestación de una piernas que sufren mala circulación.

La mala circulación de las piernas está causada por la incapacidad de las venas de las extremidades inferiores para realizar eficientemente el retorno venoso hasta el corazón. Es una patología muy frecuente y no solo entre personas mayores. De hecho, afecta al 67% de los pacientes que son atendidos en Atención Primaria.

"Las paredes de las venas tienen unas válvulas diminutas que se abren y se cierran, y que, controlando la presión y el flujo de la sangre y ayudadas por los músculos, impulsan la sangre hasta el corazón. Sin embargo, si las venas pierden elasticidad y se deforman, estas válvulas no cierran bien, y la sangre, atraída por la fuerza de la gravedad, se acumula en las piernas", comenta la asesora médica de Cinfa, Aurora Garre.

Como consecuencia de ello aparece la sensación de pesadez e hinchazón, los calambres musculares, el hormigueo y el dolor al caminar. "No es grave pero sí es crónica y causa malestar, porque afecta y deteriora la calidad de vida personal y laboral de los pacientes", asegura.

La manifestación más habitual son las varices, dilataciones y alargamientos de las venas. Para favorecer la circulación de las piernas y, por ende, evitar la aparición de la insuficiencia venosa crónica, debemos no estar mucho de pie, hacer ejercicio con regularidad, tener una alimentación equilibrada y dormir con las piernas elevadas unos 15 centímetros.

También se aconseja para conseguir no tener las piernas cansadas la realización de ligeros masajes en piernas y tobillos, darse duchas de agua fría y evitar la ropa ceñida y los ambientes demasiado calurosos.

Las mujeres son las que más lo suelen sufrir debido a que tienen una mayor predisposición hormonal, especialmente las de avanzada edad. No obstante, cada vez esta patología está afectando a pacientes más jóvenes como consecuencia del estilo de vida.

"Junto al componente genético, existen varios factores de riesgo que favorecen el desarrollo de la IVC, como son el exceso de peso, el sedentarismo, la mala alimentación o pasar mucho tiempo de pie o sentados. Por lo tanto, si seguimos una serie de pautas y mantenemos unos hábitos saludables de dieta, ejercicio diario y cuidado de nuestras piernas, estaremos más cerca de poder evitar complicaciones", ha apostillado.

Asimismo, ha avisado de que el sobrepeso y el estreñimiento pueden afectar a la circulación y ha informado de que las actividades que más la benefician son caminar y la natación. "El baile, la gimnasia y la bicicleta pueden ser buenas alternativas para favorecer le retorno venoso", ha recalcado.

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