La marca automovilística francesa Renault ha ampliado la gama de su modelo todoterreno Captur, que se fabrica en exclusiva mundial en Valladolid, con la incorporación de una nueva caja de cambios automática de doble embrague EDC en combinación con el motor diésel dCi de 90 caballos.

Este vehículo continúa con la línea estética iniciada por el diseñador Laurens Van den Acker y que poco a poco están incorporando todos los vehículos de la compañía, con una identidad corporativa homogénea. El modelo se encuadra al segmento de crossover urbanos, que está experimentando un fuerte crecimiento en España.

Este vehículo combina características de un vehículo todoterreno como es la distancia elevada al suelo y las ruedas de gran tamaño, con elementos propios de un monovolumen como la posición alta de conducción o la versatibilidad y el espacio interior, mientras que también dispone de una estabilidad propia de una berlina.

Este todoterreno se comercializa en el mercado español con una gama formada por dos variantes de gasolina, una de 0.9 litros y 90 caballos y otra de 1.2 litros y 120 caballos con cambios EDC, mientras que la oferta diésel está compuesta por una mecánica dCi de 1.5 litros y 90 caballos.

La motorización diésel se puede combinar a partir de ahora con una transmisión automática de doble embrague y seis velocidades EDC, que mejora la suavidad en la transición de marcha, al tiempo que ofrece un elevado par motor a bajo régimen de revoluciones y reduce el consumo y las emisiones de dióxido de carbono.

Los precios del propulsor diésel de 90 caballos asociado a la caja de cambios EDC de doble embrague parten desde los 19.750 euros de la variante Intens y finalizan en los 20.750 euros del Renault Captur dCi de 1.5 litros eco2 en el acabado Zen. La previsión de la firma es que las cajas automáticas representen el 15% de las ventas del modelo, frente al tradicional 3% de la marca.