La Universidade de Santiago de Compostela (USC) ha celebrado este lunes un acto con motivo de la conmemoración del día internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres en el que la institución ha apostado por "la utopía de una sociedad entre iguales".

Así lo ha destacado el rector de la USC, Juan Casares Long, en declaraciones a los medios de comunicación antes del acto; y la directora del centro interdisciplinario de investigaciones feministas y de estudios de género (Cifex), Rita Radl Philipp, durante la lectura del manifiesto de la universidad.

"Denunciamos el trato vejatorio que reciben las mujeres en todas las sociedades por parte de múltiples mecanismos que significan una violencia para nosotras y las propias estructuras de pensamiento simbólico-sociales, tremendamente androcéntricas, que son el cultivo del mantenimiento de las estructuras de la violencia contra las mujeres", recoge dicho manifiesto.

En él, la institución explicita, también, su denuncia a las formas "sutiles" y "crueles" de violencia, la que ejercen los Estados que vetan los derechos cívicos básicos a las mujeres, las violaciones de las víctimas de conflictos políticos —sobre todo bélicos— y las múltiples manifestaciones de abuso, explotación sexual y explotación sexuada "de las que los cuerpos de las mujeres son objeto".

Un apartado diferenciado merece en este documento, igualmente, la denuncia a la utilización de los nuevos medios de comunicación e información, "que muestran tantas veces una violencia manifiesta contra las mujeres y la falta total de concienciación sobre este extremo".

El texto concluye con una apuesta por lograr la consecución de una sociedad "entre iguales" y muestra su compromiso con la erradicación de la violencia contra las mujeres "en todos los niveles" a través de la educación y "por la modificación sustancial de las condiciones de socialización", que, según apostilla, es "lo único que permitirá la solución real del problema".

Siete relatos contra la violencia

Previamente a la lectura del manifiesto, la USC ha conmemorado el día con la presentación de un volumen que ha publicado y que está conformado por siete relatos cortos. La coordinadora de la oficina de igualdad de género de la USC, Eva Aguayo, ha leído fragmentos del libro y un estudiante ha hecho lo propio con el relato completo que ha resultado premiado, 'A muller do escritor'.

Su autor, Ismael Ramos, que estudia el grado de lengua y literatura españolas, trata en la historia el miedo de una víctima a perturbar el silencio del agresor. Mientras, piensa cosas como "no soy yo, es otra quien sufre" y excusa la violencia aplazando sin tregua su término.

Los accésit se correspondieron con 'Presentimento', de la estudiante de filología clásica Adriana Grela del Río; 'O príncipe herdeiro e o medio dragón', de Ignacio Nicolás Fernández, alumno de lengua y literatura inglesas y 'Trocando a realidade', de la estudiante de derecho Julia Ammerman Yebra.

Por su parte, los tres relatos finalistas son 'Poluta', de la estudiante de periodismo Olalla Liñares García; 'Un sol de media noite', del alumno de medicina Luis Miguel Martínez Agulleiro y 'A saúde da libélula azul', del de economía Javier Sánchez Álvarez.

"mover conciencias"

En su intervención, el rector ha remarcado el papel de la educación como "arma" para "mover conciencias", algo que ha resaltado de estos siete relatos, de los que ha valorado su calidad literaria pese a "la dureza de cada frase".

En consonancia con él, el director del servicio de publicaciones e intercambio científico, Juan L. Blanco Valdés, ha llamado la atención sobre la creatividad —fueron 105 los relatos presentados— y ha unido su voz al "clamor social" contra la "lacra" de la violencia de género.

La secretaria xeral de Igualdade de la Xunta de Galicia, Susana López Abella, ha hecho un llamamiento para "coordinar esfuerzos" desde todos los ámbitos y, en concreto, ha aludido al mundo de la cultura y la formación, fundamental para "construir una sociedad en libertad".

El Gobierno gallego, ha destacado, trabaja para dar una respuesta "global" a esta problemática, por lo que ha puesto en marcha una "red de recursos" y trata de identificar "nuevas prácticas" de violencia y "mejorar" en la detección precoz de las mismas, entre otras cuestiones.

En su turno, la vicerrectora de responsabilidad social y calidad, Benita Silva Hermo, ha abogado por utilizar las herramientas de la universidad —investigación y docencia— con "la máxima responsabilidad", para que sus logros "reviertan en la sociedad".

Por último —aunque en primer lugar—, el decano de la facultad de geografía e historia —donde se ha desarrollado el acto—, Juan Monterroso, ha coincidido en que "formar en estos valores" de rechazo a cualquier tipo de violencia es "algo básico" para la universidad.