Cedrún niega que lanzara clavos en la huelga y achaca su imputación a un "error"

Tres policías mantienen que fue ella quien lanzó los clavos
Juicio Cedrún
Juicio Cedrún
EUROPA PRESS
Juicio Cedrún

La secretaria general de UGT en Cantabria, María Jesús Cedrún, ha negado que lanzara clavos delante de los coches a la entrada de Mercasantander en la huelga general de 2012, algo que "no puede" hacer por su "responsabilidad" en el sindicato y ha atribuido el delito de coacciones que se le imputa a un "error de identificación" porque —ha dicho su abogado— "no quiere pensar" en "razones políticas" o en un intento de la Delegación de Gobierno de "criminalizar" y "desacreditar" al movimiento sindical.

"Eso es lo que queremos pensar", ha afirmado su abogado, quien ha señalado que lo que "no quieren pensar" es que la denuncia ha sido impulsada desde el órgano que representa al Gobierno de España en Cantabria, haciendo referencia, sin citarlo, a la Delegación del Gobierno.

El juicio, que se ha celebrado en los juzgados de la calle Alta de Santander, ha quedado visto para sentencia después de que la Fiscalía, que es la que ejerce de acusación en este asunto y pedía para Cedrún una multa de 9.450 euros, y la defensa hayan elevado sus conclusiones a definitivas.

La fiscal considera que la autoría de lo que entiende es un delito de coacciones está "claramente constatada" por la declaración de tres de los cuatro policías que estaban ese día en la zona, y que han mantenido que vieron a Cedrún sacar de una bolsa los clavos modificados para que quedasen las puntas hacia arriba y lanzarlos delante de un coche que pretendía entrar a Mercasantander en la madrugada de la huelga del 29 de marzo de 2012.

Por su parte, la defensa ha pedido la absolución porque considera que "no hay prueba" que sea "suficiente" de la autoría pues sólo está la declaración de los agentes, a los que ha acusado de caer en "contradicciones".

En el juicio, han declarado como testigos varios compañeros de Cedrún en el sindicato que se encontraban en el lugar el día de la huelga, y que, como la imputada, han negado que ésta llevara o lanzara clavos y han asegurado que la líder de UGT sólo portaba en la mano papeles informativos sobre la huelga que entregaba a los coches que intentaban entrar.

También ha declarado el fotógrafo de un medio de comunicación regional que se encontraba cubriendo informativamente la labor de los piquetes en ese lugar y que ha afirmado que "en ningún momento" vio a Cedrún tirar clavos, si bien ha reconocido que "no estuvo en todo momento pendiente de ella" pues había más gente de los piquetes dispersa en varios grupos.

Su papel "calmar los ánimos"

En su declaración en el juicio, Cedrún ha explicado que su "papel" como máxima dirigente de UGT en Cantabria es en este tipo de jornadas de huelga "calmar los ánimos" y "evitar incidentes de cualquier tipo", algo que, según ha dicho, "siempre" les pide a los miembros de su sindicato ante este tipo de convocatorias pues, a su juicio, "cualquier tipo de problema" que causen "les quita la razón" que "les asiste" para la huelga.

Ha explicado que no tenía previsto ir a Mercasantander, si bien desde UGT en Camargo avisaron de que había un "problema" pues algunos trabajadores estaban yendo a trabajar "obligados" y, además, le informaron de que, desde algunos coches que entraban estaban lanzando "insultos" a los piquetes informativos.

Cedrún, como luego han asegurado sus compañeros del sindicato que han declarado como testigos, ha explicado que ese día no llevaba "ningún tipo de bolso" —sus cosas personales las llevaba en bolsillos de la ropa, ha puntualizado— y sólo tenía en la mano los folletos informativos sobre los motivos de la huelga que estaban entregando a quienes accedían a la zona.

Al igual que después han señalado otros sindicalistas, ha afirmado que cuando llegó ya había clavos en el suelo en la entrada de Mercasantander y su abogado ha mantenido que "no es creíble" que la máxima dirigente de un sindicato como UGT, que es conocida en Cantabria, los llevara en el bolsillo y los tirase.

Sin embargo, los tres agentes de la Policía Nacional que se encontraban en un furgón próximo a donde estaba el piquete han reconocido en Cedrún a la persona que identificaron tras los hechos como autora del lanzamiento de los clavos.

Según su versión, mientras un miembro del piquete hablaba con un conductor de un vehículo que entraba a Mercasantander, la líder de UGT se acercó al otro lateral del vehículo, al lado del copiloto, metió la mano en una bolsa blanca de plástico que llevaba y lanzó los clavos hacia delante del coche.

De hecho, una agente ha asegurado que oyó "claramente" un sonido "metálico" tras ver a la sindicalista hacer el gesto de lanzar lo que llevaba en la bolsa —y que ella misma ha representado—, algo que, según la defensa, "no es posible" por la distancia a la que se encontraba el furgón y que, según los policías era aproximadamente de entre 10 y 20 metros.

Otro de los policías ha declarado que le pareció "muy descarada la manera de hacerlo todo". "Lo vimos los cuatro", ha dicho este agente, quien ha explicado, como sus dos compañeros, que tras verlo salieron del coche, momento en que Cedrún se marchaba andando "rápido". De hecho, han señalado que la llegaron a llamar a distancia pero la sindicalista no se giró y tuvieron que correr para alcanzarla e identificarla.

Han reconocido que en el momento en que identificaron a Cedrún, no llevaba ya esa bolsa de la que, supuestamente, había cogido los clavos, si bien la agente ha señalado que, antes de llegar a alcanzarle, le perdieron de vista en un momento determinado, en una zona de curva, donde, según la Fiscalía, había unos contenedores, por lo que "se pudo deshacer de la misma".

Los agentes han reconocido que Cedrún no puso ningún problema para ser identificada, si bien han apuntado que, en ese momento, se vieron "rodeados" por un grupo "numeroso" de miembros del piquete con gente que estaba "un poco alterada".

La imputada ha explicado que, cuando se acercaron sus compañeros, les pidió que estuvieran tranquilos pues sólo la estaban identificando y ha añadido que los agentes no le explicaron los motivos, si bien ella no lo preguntó.

Los miembros de UGT que han declarado como testigos han coincidido en que los policías no le explicaron por qué le identificaban, algo que a uno de ellos —que además de sindicalista es policía local de Santander— le pareció "extraño".

Tras las declaraciones, la fiscal ha opinado que, a la vista de las declaraciones de los agentes, ha quedado acreditado de forma "indubitada" que Cedrún, con una "finalidad ilícita", y en una "coacción violenta esparció" los clavos modificados en el suelo para que pincharan los coches que intentaban entrar a Mercasantander.

A su juicio, estos hechos tienen la "fuerza" y la "gravedad suficiente" para ser constitutivos de delito, no de falta, algo con lo que discrepa la defensa, que, además de opinar que, "ni mucho menos" está acreditada la autoría, tiene "serias dudas" de que los hechos, en todo caso, puedan considerarse delito y no falta.

El abogado de la defensa ha opinado que el atestado de la Policía era "manifiestamente incriminatorio" y "muy teledirigido" y ha afirmado que las declaraciones de los agentes tienen "contradicciones", como la distancia a la que se encontraban o la forma en la que Cedrún se alejaba del lugar —si corriendo o andando—, por lo que no las ve "fiables" y "mucho menos coherentes".

Además, ha denunciado que la versión de que Cedrún llevaba una bolsa con los clavos la han expuesto por primera vez este viernes en el juicio, no en el atestado ni ante el juzgado de instrucción.

En el juicio, Cedrún ha estado acompañado por varios compañeros del sindicato y también de CC.OO, que ha estado representado, por su actual secretario general, Carlos Sánchez, que ha acudido antes de comenzar, y su antecesor, Vicente Arce.

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