El Ayuntamiento de Cáceres busca posibles subvenciones para arreglar las deficiencias del edificio del Wok

El Ayuntamiento de Cáceres está buscando posibles subvenciones a las que se podrían acoger los vecinos del inmueble donde estaba situado el restaurante Wok cuyo techo se desplomó en abril de 2012 y provocó daños en el edificio que el consistorio ya ha anunciado que lo hará de forma subsidiaria porque los inquilinos consideran que ya se han acometido los arreglos necesarios que han pagado de su bolsillo.
Derrumbe Del Wok En Cáceres El 11 De Abril De 2012
Derrumbe Del Wok En Cáceres El 11 De Abril De 2012
EUROPA PRESS
Derrumbe Del Wok En Cáceres El 11 De Abril De 2012

El Ayuntamiento de Cáceres está buscando posibles subvenciones a las que se podrían acoger los vecinos del inmueble donde estaba situado el restaurante Wok cuyo techo se desplomó en abril de 2012 y provocó daños en el edificio que el consistorio ya ha anunciado que lo hará de forma subsidiaria porque los inquilinos consideran que ya se han acometido los arreglos necesarios que han pagado de su bolsillo.

El portavoz del equipo de Gobierno local, Valentín Pacheco, ha asegurado en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno local al ser preguntado por el asunto, que el informe de los técnicos municipales "dice muy claro cuáles son las actuaciones que hay que realizar" y que "el trabajo del consistorio es velar por la seguridad del bloque y de los vecinos".

El caso es que la Policía Local ha notificado ya a los inquilinos que se van a iniciar las obras de forma subsidiaria que consistirían en el refuerzo de las plantas segunda a la sexta del portal número 52 del edificio Alcoresa, ya que las otras plantas, primera, séptima y octava, sí han sido reforzadas por los vecinos en función de un informe técnico que encargaron en su día.

El problema está en que ese documento difiere del que elaboró el ayuntamiento tras el accidente, encargado a arquitectos sevillanos, y que concluía que era necesario reforzar las plantas superiores del portal 52, además de crear un forzado de separación entre viviendas y reforzar también los locales de la planta baja, el del propio Wok y los otros negocios.

Pacheco insiste en que el objetivo del ayuntamiento es "garantizar la seguridad de las personas" y ha añadido que se está trabajando para buscar fórmulas de financiación de las obras de manera que el coste repercuta "lo menos posible en el bolsillo de los vecinos".

"Si hay un informe que dice que hay que realizar ciertas actuaciones porque hay riesgo para las personas es en eso en lo que tenemos que trabajar", insiste el portavoz municipal que "comprende" que los vecinos manejen otros informes técnicos pero defiende los del consistorio porque "son claros", ha subrayado.

Desde el ayuntamiento "se intentará" que las obras sean "lo menos molestas posibles y que se puedan acoger a alguna ayuda o subvención para realizarlas", insiste Pacheco, que apela a la disponibilidad de los vecinos para que permitan la realización de las mejoras ya que si no, se podría acudir a la vía judicial.

En los tribunales

De hecho la discrepancia entre ayuntamiento y vecinos ha llegado ya a los tribunales puesto que los propietarios han puesto el asunto en manos de un juez para que decida si el edificio está en condiciones de ser habitado sin riesgo. Mientras tanto, el consistorio sigue con la idea de que debe realizar las obras de forma subsidiaria, es decir, que las financiarían las arcas municipales y después se les pasaría al cobro a la comunidad.

En total la cuantía de la ejecución subsidiaria, que se ha adjudicado a la empresa Olivera 2009, asciende a 32.786,02 euros (IVA incluido) para el arreglo del bloque 52 y afectaría a 25 viviendas que se reforzarían sin tener que desalojar a los vecinos, según informa el consistorio, que recuerda que es la misma empresa que han contratado los vecinos del bloque 50 para hacer las obras y las están llevando a cabo sin necesidad de desalojar a nadie.

Entre este tira y afloja los propietarios del bloque 52 han iniciado una acción de protesta colgando de sus ventanas carteles en los que se puede leer que las casas son "seguras" y que "no se caen" y que "no hay grietas".

Cabe recordar que todo empezó el 11 de abril de 2012 cuando el techo del restaurante de comida asiática que estaba ubicado en los bajos del edificio se derrumbó causando dos heridos que comían en ese momento en el interior y daños en el edificio situado en la avenida de Alemania de la capital cacereña.

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