La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha criticado este jueves que el PP-A haya solicitado su comparecencia en el Parlamento andaluz para que dé explicaciones sobre todas las transferencias de financiación, ayudas y avales que se concedieron en los expedientes de regulación de empleo (ERE) tramitados por la Junta entre 2001 y 2010, cuando ella no formaba parte del Gobierno autonómico en ninguno de esos años.

En declaraciones a 'El programa de Ana Rosa' de Telecinco recogidas por Europa Press, Susana Díaz ha señalado que no le parece lógico que se le pidan explicaciones a ella sobre eso cuando no formaba parte del Ejecutivo autonómico y ha señalado que su tarea como presidenta ha consistido en poner controles en los presupuestos de la comunidad para 2014 para que esos hechos no vuelva a suceder y se justifiquen esas transferencias.

Ha señalado que a ella le "abochorna" el caso de los ERE y que, por ello, ha decidido que los presupuestos de la comunidad para el próximo año recojan controles para evitar esos hechos. "Mi obligación es poner cuantos controles estén al alcance", ha sentenciado.

Para Susana Díaz, el PP-A tiene claramente dos problemas, que no tiene liderazgo y que está "atrapado" en el caso de los ERE. La presidenta ha hecho un inciso para apuntar que ella necesita que el PP-A tenga un liderazgo porque requiere de un interlocutor fuerte en esa partido para llegar a acuerdos sobre asuntos fundamentales y en la defensa de los intereses de Andalucía.

La presidenta de la Junta ha querido dejar claro que va a perseguir recuperar hasta el último euro que indebidamente se haya sustraído de las arcas públicas. "Tolerancia cero", según ha sentenciado Susana Díaz, quien ha demandado también que la justicia sea rápida y actúe con más celeridad para que, cuanto antes, los culpables paguen y se pueda recuperar todos el dinero defraudado.

Asimismo, ha señalado que si ha habido alguien de un partido o de un sindicato que se ha aprovechado, que lo pague, pero lo que no puede ocurrir, en su opinión, es que se ponga en cuestión a todos los partidos políticos y a los sindicatos, los cuales han sido una herramienta fundamental en el dialogo social y en la defensa de los derechos de los trabajadores.

"Lo que no se puede poner en cuestión es el modelo de convivencia y de diálogo social y que los sindicatos ha tenido un papel fundamental en la defensa de los derechos de los trabajadores", según Susana Díaz, para quien los sindicatos deben ser los primeros ciudadanos interesados en depurar responsabilidades y ser transparentes, en referencia al caso de las facturas de los fondos de formación de UGT-A.

La presidenta ha expresado además su preocupación por el hecho de que en este país estamos entrando en una "línea peligrosa", consistente en la "imputación mediática" o el "señalamiento" de personas que no han sido imputadas. Ha indicado que su antecesor en el cargo, José Antonio Griñán, es un "hombre honesto y decente" y no justo "ese señalamiento mediático al que ha estado sometido" por el caso de los ERE.

Susana Díaz ha indicado que ella está convencida de lo que tiene que hacer: abrir puertas y ventanas, transparencia absoluta para ahuyentar a los que quieran venir a aprovecharse de lo público y tolerancia cero ante la corrupción.