España se desmarca de la petición de lanzar una misión militar de la UE contra la inmigración ilegal en el Mediterráneo

España se ha desmarcado de la petición italiana de lanzar una operación naval de la Unión Europea para controlar los tráficos ilegales de inmigrantes en el Mediterráneo, una misión a imagen de la puesta en marcha en el océano Índico contra la piratería y sobre la que los 28 han discutido este lunes en Bruselas.

España se ha desmarcado de la petición italiana de lanzar una operación naval de la Unión Europea para controlar los tráficos ilegales de inmigrantes en el Mediterráneo, una misión a imagen de la puesta en marcha en el océano Índico contra la piratería y sobre la que los 28 han discutido este lunes en Bruselas.

Al término de una reunión de ministros de Exteriores de la UE, el secretario de Estado para Asuntos Exteriores, Gonzalo de Benito, ha declarado a la prensa que el Gobierno "no ve una situación equiparable" entre la presión migratoria que se vive en la cuenca del Mediterráneo y la inseguridad en el Índico que llevó a la UE a desplegar la misión Atalanta.

"No vemos una equiparación inmediata (...). Es una misión que, como todas, es compleja y requiere recursos, por tanto vamos a ver cuál es la conclusión del grupo de trabajo" que examina la situación, ha respondido De Benito a la prensa, al ser preguntado por si España es partidaria de una operación militar contra las mafias migratorias.

De Benito ha explicado que existe un grupo de expertos dedicado a estudiar los flujos migratorios procedentes de Libia y que será más adelante, en base a las conclusiones de este trabajo, cuando se establecerá una posición concreta.

El análisis de los expertos permitirá a la Unión Europea determinar "de qué manera puede colaborar" con Gobiernos como el libio, según ha dicho el secretario de Estado, para "contener" los flujos de inmigración "tan fuertes" como los registrados en las últimas semanas frente a las costas italianas.

Finalmente, el debate de los jefes de las diplomacias europeas sobre el Mediterráneo Sur, que Italia quería centrar en las opciones de una respuesta militar y común de vigilancia y control, se ha quedado en una discusión sobre las dificultades del Gobierno libio para "hacerse con la seguridad interior" y sobre la "falta de institucionalidad" en el país. Así, los 28 han reiterado su "mensaje de solidaridad con Libia, de apoyo a Libia y de deseo de cooperación con este país", ha resumido De Benito.

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