Se destapó como una actriz prometedora en películas de corte independiente, deslumbró a la crítica en Winter's Bone, llegó al gran público como Mística en X-Men: Primera generación y se convirtió en ídolo de masas juvenil gracias a Los juegos del hambre. Jennifer Lawrence, que se ha convertido en una de las actrices más buscadas del momento, ha visitado España para presentar la segunda entrega de ese gran éxito adolescente, Los juegos del hambre: En llamas, que llegará a los cines el 22 de noviembre.

La actriz vuelve a meterse en la piel de Katniss Everdeen, la joven que ganó los anteriores juegos y que ahora es vista como una heroína por las clases bajas de la sociedad. Lawrence asegura que ese éxito repentino que vive Katniss, le hace sentirse identificada con el personaje: "Aunque lo que tengo en juego es algo mucho menor que lo que tiene ella, sí me veo un poco como ella. Se siente la misma pero, cuando vuelve a casa, todo el mundo la trata de forma diferente. Cuando estoy de gira, promocionando una película, y veo cómo me trata la gente en todos los países, me siento un poco así".

En cuanto al carácter serio y reservado de la protagonista, Lawrence asegura que supone tanto un desafío como un ventaja a la hora de interpretar. "Katniss sigue siendo una chica con una personalidad introvertida, pero en ocasiones se enfrenta a situaciones en las que es más emotiva, aunque sin perder nunca el control. Interpretar a un personaje así es un reto pero supongo que el hecho de no tener que mostrar muchas emociones también lo hace más fácil", reconoce.

No se moja cuando le preguntan por una posible revolución social en España debido a los problemas de educación, sanidad y elevado paro. "Hay distintos mensajes en la película, no sólo la revolución: la familia, el amor, el valor... Pero sí que creo que la situación general que se cuenta en la película se repite en el mundo real: para conseguir la libertad, hay que luchar. Aun así, me parece que el mensaje principal es el gran poder que puede llegar a tener una sola voz, y ahora, gracias a Internet, todo el mundo puede hacer oír la suya", explica. "Pero no voy a liderar una revuelta social en España", concluye arrancando las risas de los presentes.

Considera que En llamas es "un reflejo exagerado de nosotros como seres humanos y como sociedad, pero expresa cómo de alguna manera nos hemos endurecido".  Cuando vemos en la tele cómo se destruye la vida de personas, para nosotros se trata de entretenimiento. Somos insensibles a las peores situaciones de violencia o de sexo. Queremos más y más, y los medios de comunicación nos lo dan, y encima vemos cómo parece que los gobiernos y esos mismos medios se unen y conforman una sola entidad. Me parece muy peligroso", explica tratando de establecer un paralelismo entre la ficción y la realidad.

Pero Lawrence no puede ocultar su admiración por Katniss: "La joven generación actual necesita una heroína que les sirva de ejemplo, un modelo de este tipo".

La joven no ha venido sola a España, le han acompañado sus dos guapos compañeros de reparto, Josh Hutcherson y Liam Hemsworth, así como el director de la película, Francis Lawrence, y la productora Nina Jacobson.

Los tres actores han manifestado lo importante que está siendo esta saga para ellos, aunque aseguran que el trabajo no es nada fácil. Josh Hutcherson, quien interpreta a Peeta Mellark, ganador de Los juegos del hambre junto a Katniss, destaca la dureza de una escena en la que lucha con un mono. "En el libro es una página, pero nosotros tardamos siete días en rodarla. Era muy desafiante, por los efectos especiales, las coreografías...".

"También fue agotadora una escena montados sobre una cornucopia que giraba a 40 kilómetros por hora", relata, aunque Jennifer Lawrence matiza que "lo difícil fue no vomitar". Ella destaca dos momentos, una escena en la playa con Hutcherson, en la que asegura que se tomaron "en serio el uno al otro por primera vez en tres años de trabajo", y otra muy divertida en la que Liam Hemsworth recibe latigazos. "Parece que a todo el mundo le gustó esa escena menos a mí", bromea el hermano del todopoderoso Thor.