Una película de zombis... sin zombis. Así define el director Manuel Carballo Retornados, una vuelta de tuerca al subgénero que se estrena este viernes, con la que el realizador barcelonés pretende insuflar "nueva vida a los muertos vivientes".

"Estas películas tienen la tradición de reflejar aspectos de la sociedad desde el distanciamiento de la fantasía", explica el cineasta, y explica que ha huido del "gore" para narrar un "'thriller' crepuscular y otoñal".

¿Sus referentes? La invasión de los ultracuerpos, las películas de Jacques Tourneur, el cine negro americano de los años 40 o los primeros largometrajes de Cronenberg.

La cinta narra una distopía en la que el virus que convierte en zombis a los seres humanos puede ser momentáneamente controlado mediante una proteína sintética, que los transforma en Retornados, personas con apariencia normal y en cuyo interior esconden bombas de relojería que en cualquier momento pueden desencadenar una epidemia.

"El ser humano da ejemplos de la violencia latente que esconde el miedo en torno al riesgo", explica el director, y cita los recientes casos de la gripe porcina o la gripe aviar, que provocó la expulsión de un ciudadano con rasgos orientales del metro por estornudar y mostrar síntomas de congestión.

Con un presupuesto de 4,5 millones de euros y rodada en cinco semanas, Retornados está protagonizada por Emily Hampshire y Kris Holden-Ried, que vertebran el romance en torno a una pesadilla apocalíptica también orientada a los que no son fans del género: "Es como Love Story con zombis", apunta Carballo entre risas.