El Centro de Atención de Desastres de la ONG vasca Zabalketa situado en Filipinas centra su ayuda en ancianos, niños y madres filipinos, tras el tifón 'Haiyan', uno de los más fuertes de la historia de Filipinas, que ha causado más de 10.000 muertes.

Según el director de proyectos de la ONG, Jaime Bernar, el tifón ha entrado por las Visayas centrales, que es una zona poco habitual de tifones. "La zona carecía de preparación previa, en lo que se refiere a infraestructura", ha explicado.

En declaraciones a Europa Press, Bernar ha indicado que el centro de atención de desastres "avisó que el tifón tenía un dimensión muy grande, y que iba a entrar cruzando por esa zona". "La marca es bastante controlable, se veía que iba a golpear a sitios no habituales, por lo que se pudo hacer algo de prevención", ha recordado.

Sin embargo, ha indicado que la "falta de infraestructuras", al ser sitios no habituales, ha supuesto no disponer de refugios, grandes bancos de alimentos o instituciones preparadas ante desastres, "lo que ha hecho el desastre mucho mayor".

"La capacidad de reacción local ha sido limitada, no solo los daños locales, sino que quedan sin agua, ni luz zonas muy extensas, incluso alejadas de la zona del tifón", ha indicado.

SUMINISTROS

"En la zona de Bohol, donde estamos nosotros, estamos con dos horas de suministro eléctrico diario, en rotación con los municipios de la zona", ha explicado, para añadir que "esto hace que sea muy difícil atender las emergencias médicas, o poner en funcionamiento cualquier maquinaria o distribución".

El director de proyectos de la ONG ha asegurado que recomponer las infraestructura "está en manos de lo local, ya que es muy costoso", mientras que la labor de Zabalketa es, "primero, abastecer de alimentos de primera necesidad y medicinas, porque en cuanto se produce estas situaciones hay riesgos de infecciones intestinales".

Una vez regularizado el acceso de la ayuda oficial, "suelen quedar fuera del programa de ayuda la gente mayor, las madres con hijos, y los niños en situación de orfandad, en este grupo nos centramos", ha señalado.

La labor principal de este proyecto radica en la elaboración de una base de datos para posteriormente distribuir eficientemente los recursos que disponen.

"Hacemos un trabajo cercano, para clasificar a la población y sus necesidades, con el objetivo de hacer un uso racional de lo se dispone, y atender al que más lo necesita y más desprotegido se encuentra", ha precisado, para explicar que, "una vez pasada la primera emergencia, la ONG trata de ayudar a los que han perdido su casa o su forma de ganarse la vida".