Cinco alojamientos rurales de interior para el buen descanso

  • La Posada de La Pastora (Zaragoza) nos pone a pocos pasos de la Sierra de Santo Domingo, Bárdenas Reales, Mallos de Riglos y Foz de Lumbier.
  • Posada de Esquiladores (Ávila) es un almacén de coloniales con cueva de 1813.
  • La Almazara de Valdeverdeja (Toledo) hace jabón artesanal de aceite de oliva.
Entrada a un establecimiento de turismo rural.
Entrada a un establecimiento de turismo rural.
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Entrada a un establecimiento de turismo rural.

El tiempo otoñal hace que dejemos de tener ojos sólo para el mar y sus playas. Volvemos la mirada hacia el interior buscando el descanso y otro tipo de belleza. Los hoteles rurales son para ello una alternativa perfecta. Estas son cinco propuestas que garantizan naturaleza, gastronomía y descanso, mucho descanso.

Posada de La Pastora, Zaragoza

Estamos en el pequeño pueblo de Uncastillo, en pleno Prepirineo. Esta posada es un caserío coronado por la fortaleza que da nombre a la villa. La Sierra de Santo Domingo, Bárdenas Reales, Mallos de Riglos y Foz de Lumbier ofrecen magníficas rutas de senderismo.

Posada de Esquiladores, Ávila

La base de esta posada, cuidadosamente iluminada, es un antiguo almacén de coloniales que conserva una bodega-cueva excavada en el sótano en 1813. Desde esta posada tendremos la posibilidad de hacer rutas de senderismo por la Plataforma de Gredos, Galayos y La Rubía o los descensos en canoa por el Tiétar.

La Almazara de Valdeverdeja, Toledo

Es un elegante hotel con cientos de pequeños detalles. La casa rural se completa con una vieja prensa de aceite y diez villas-suites. En la antigua sala máquinas se fabrican jabones artesanales de aceite de oliva. Es también el lugar ideal para seguir la Ruta de los Castillos.

La Almunia del Valle, Granada

A sólo 8 kilómetros de Granada, este coqueto “boutique hotel” se encuentra en el Parque Natural de Sierra Nevada. La luz y su entorno natural son sus protagonistas. Podremos contemplar las noches estrelladas en su terraza comedor de 300 metros cuadrados.

Casa de San Martín, Huesca

La finca está en mirad de un bosque de pinos, robles y hayedos, a las puertas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. La tranquilidad está garantizada y las fabulosas vistas también. En sus cercanías es posee practicar senderismo, escalada o rafting.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!

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