El Ayuntamiento de Salamanca ha comenzado a instalar desfibriladores en diez dependencias municipales, que se sumarán a los 16 colocados, desde el pasado mes de mayo, en las instalaciones deportivas y los situados en la biblioteca Torrente Ballester y el edificio multiusos Sánchez Paraíso.

La implantación de los nuevos equipos sanitarios ha comenzado en el centro municipal de mayores Juan de la Fuente y se extenderá a otras nueve dependencias municipales con "importante afluencia de público y trabajadores", como son el otro centro municipal de mayores 'Tierra Charra', la biblioteca Gabriel y Galán, los centros municipales de participación social Julián Sánchez 'El Charro', Vistahermosa, Miguel de Unamuno y Miraltormes, y las oficinas administrativas situadas en Íscar Peyra, Plaza Mayor y Peña Primera.

Con esta segunda fase cerca de una treintena de dependencias municipales dispondrá en los próximos días de estos equipos sanitarios automáticos que tienen como objetivo la rápida intervención en casos de parada cardiorrespiratoria.

En concreto, las instalaciones deportivas de titularidad municipal que cuentan desde el pasado mes de mayo con estos aparatos son el complejo deportivo Vicente del Bosque; los pabellones de La Alamedilla, de Würzburg, Lazarillo, La Salud, Río Tormes y San José; pistas de atletismo de El Helmántico; los complejos deportivos Rosa Colorado Luengo y Vicente del Bosque; campos de fútbol de la Federación, Pizarrales, El Zurguén, Chamberí, Puente Ladrillo y Nemesio Martín 'Neme'; y el campo de tiro de 'El Pradillo'.

Los equipos instalados están dotados de la "avanzada tecnología" en la que confían los profesionales de la emergencia médica y están diseñados para su utilización por personas no sanitarias. Estos aparatos son "completamente automáticos" con un "sencillo" funcionamiento y solo realizan descargas en caso de que "un corazón lo necesite".

A pesar de su "fácil" manejo y las instrucciones que proporciona el propio desfibrilador, los trabajadores de las diferentes dependencias dotadas con estos instrumentos tendrán que realizar, como establece la normativa, un curso sobre reanimación cardiopulmonar y el uso de este producto sanitario. Actualmente se está realizando esta formación, que se prolongará hasta el mes de febrero.