El patriotismo de algunos estadounidenses no tiene límites. Tanto que en el estado de Omaha, el epicentro del país, han apostado por el petróleo nacional.

Tras los brutales atentados del 11-S, el recelo hacia los países árabes ha provocado el nacimiento de primera «gasolinera libre de terrorismo».

La peculiar iniciativa ha nacido de The Terror Free Oil Initiative, un grupo dedicado a fomentar la compra de gasolina que proviene de países que no financian el terrorismo.

«Tenemos la sensación de que cada vez que llenamos el depósito estamos enviando dinero a un lugar del mundo que quiere nuestra destrucción», explica Joe Kaufman, portavoz del grupo.

«Queremos que las compañías de gasolina que compran crudo en Oriente Medio entiendan que estamos hartos de financiar nuestra posible desaparición. Nos gustaría evitar el próximo 11-S».

Financiación del terrorismo

Este grupo de patriotas ciudadanos y empresarios asegura que gigantes petroleros como Exxon Mobil, Gulf y Shell están contribuyendo a la financiación del terrorismo al importar y vender crudo de Oriente Medio.

En cambio, el proveedor de la nueva «gasolinera libre de terrorismo» es una compañía de Salt Lake City llamada Sinclair Oil Corporation que compra el petróleo de yacimientos de EE UU y Canadá, según informa La Razon

EE UU es el mayor consumidor de crudo del planeta e importa una media de 2,3 millones de barriles de petróleo al día de la región del Golfo Pérsico

La Administración norteamericana no ha apoyado oficialmente la iniciativa, pero el presidente George W. Bush ya ha advertido en su último discurso sobre el Estado de la Unión que la dependencia del petróleo deja a EE UU «vulnerable a regímenes hostiles y a terroristas, que pueden interrumpir nuestro abastecimiento de petróleo».

Por esta razón, el mandatario ha apostado por doblar la capacidad actual de la Reserva Estratégica de Petróleo, y es partidario de explotar los recursos nacionales, como el Refugio Ártico de Alaska.