El sindicato de enseñanza Anpe se reunió el miércoles pasado con el subsecretario autonómico de Educación para plantearle la cuestión. UGT también lo lleva en su programa electoral, aunque aboga por consensuar la medida con los padres.

«Defendemos que exista esta posibilidad, no imponerla», asegura el portavoz de FETE-UGT, Gerardo Fernández.

De hecho, según explica, se necesitaría el voto afirmativo del 75% de los padres en  el consejo escolar de cada centro. A día de hoy, ninguno lo puede hacer porque no existe esta posibilidad aquí.

Conciliar trabajo y familia

Al otro lado de la trinchera están, precisamente, los padres. Desde la confederación autonómica Gonzalo Anaya no aceptan la propuesta tal y como se ha planteado, ya que «no se garantiza a todo el alumnado el comedor ni las actividades extraescolares», dicen.

Según su presidente, Torcuato Saavedra, la propuesta está «muy orientada al profesorado».

Desde la asociación Concapa, de colegios concertados, ven necesario el descanso del mediodía para los más pequeños.

Quien ya ha anunciado su  radical oposición es la federación Gabriel Miró de Alicante. Defiende la jornada partida y los comedores para conciliar familia y trabajo, y que los profesores «se organicen sus jornadas», pero no «a costa de los alumnos».

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Jornada intensiva en los colegios

Principales ventajas

Horario de trabajo

El nuevo horario dejaría a los profesores las tardes libres a partir de las tres. De este modo, podrían conciliar mejor la vida familiar y laboral.

Comedor y actividades

Con la tarde libre, los pequeños tendrían más tiempo para las tareas escolares, y también para practicar actividades extraescolares, ya que  podrían descansar después de comer.

Rendimiento escolar

El rendimiento es mayor durante la jornada de mañana que en las horas posteriores a la comida, por razones fisiológicas que influyen en el nivel de concentración.

Estrés y vida familiar

Los menores comerían a las tres, como sus padres o hermanos mayores. Estarían más relajados, sin tener que preocuparse por posibles exámenes o controles vespertinos.

Posibles inconvenientes

Horario de trabajo

La jornada maratoniana dejaría a los pequeños en casa durante toda la tarde, con lo que los padres que trabajan tendrían que ingeniárselas para poder ocuparse de ellos.

Comedor y actividades

Sin necesidad de ir a clase por la  tarde, muchos niños no tendrían necesidad de quedarse a comer en el cole. La consecuencia podría ser que desaparecieran los comedores.

Rendimiento escolar

El hecho de que los niños, sobre todo los más pequeños, no descansaran lo suficiente por la mañana, podría provocar que se desconcentraran a media mañana y perdieran el hilo.

Estrés y vida familiar

Si los progenitores no van a comer a casa y el servicio de comedor escolar se cerrara, los pequeños no tendrían a nadie que pudiera hacerles la comida.