Plan B para los solteros

  • 20minutos se va de crucero con un grupo de singles por Grecia y Turquía.
  • Tópicos fuera, hay otra oportunidad para separados, divorciados, viudos y espíritus aventureros.
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Un crucerista descansa en una hamaca en la popa del barco
Un crucerista descansa en una hamaca en la popa del barco
GTRES
Un crucerista descansa en una hamaca en la popa del barco

13 de septiembre. "Oh my love. What are we doing here... (Oh mi amor ¿Qué estamos haciendo aquí...)". True Romance (Amor Verdadero) suena en La Latina. Es una canción de Citizens. En breve, 13 amigos se reencontrarán. Han quedado en la Puerta del Sol. En el kilómetro cero. Vienen de Córdoba, Barcelona, Valencia… Se reconocen. Se ríen y se abrazan. ¡Cuántos recuerdos! Esto funciona. Hace 47 días que el destino los unió. Fue este verano en una aventura diferente: un viaje de singles. Sí, de solteros. En un crucero por las islas Griegas y Turquía. En el Zenith, un trasatlántico de 12 pisos con bandera roja y blanca de Malta, con mucha vida, abierto las 24 horas. Para ellos, el Love Boat o Barco del Amor. Su casa durante siete días, algo parecido a Gran Hermano, pero en alta mar. En el buque, con 650 tripulantes y 1.613 pasajeros, reinaba un ambiente 100% familiar. "En el Zenith había más gente que en mi pueblo de Valencia, de 1.200 habitantes", dice Ana con una sonrisa. Es profesora, tiene 38 años y ha llegado a Madrid compartiendo coche. Quizás, ese nuevo espíritu es su mejor herencia del viaje. "El crucero me enseñó a ‘mundearme’ y a volar. No sabía ni qué era el check-in. A relacionarme. Me gustó la variedad".

Who's who?

Le presento a los amigos de Ana del barco. 28 mujeres y 19 hombres. El más joven tiene 25 años y el mayor, 56. Nada frikis. El grupo es muy heterogéneo: varios contables, una historiadora y arqueóloga, un mecánico, dos profesores de Religión, un desempleado, la periodista que escribe... Casi el reflejo del mundo: viudos, separados, madres, hombres que viven su segunda adolescencia, solteros por convicción… Tímidos, agradecidos, ligones por naturaleza, inconformistas, vampiros energéticos, conectados, inseguros, divertidos, alegres, felices... Pero, sobre todo, viajeros, valientes y aventureros que buscan otra oportunidad, volver a empezar. Gente con cicatrices en el alma que disfrutan del aquí y ahora, de la libertad e independencia que da no estar anclados a nada ni a nadie. Y que este verano, al no coincidir con sus amigos por problemas de agenda, saltaron al vacío. Cambiaron el paso. Dejaron la tierra por el mar. No fueron solos, sino con ellos mismos. Tenían algo en común: las ganas de pasarlo bien y conocer gente. ¿Quién dijo miedo?

Imagíneselos. Nuria, Marga, Sergio, Cristina... salen de su zona de confort. Hay nervios, expectación, curiosidad... Es 29 de julio. Lorenzo aprieta. En la interminable cola para embarcar, Carlos Diego, impresor de Toledo, se hace la pregunta existencial: "¿Qué hago aquí?". Ahora se alegra: "El viaje ha sido una liberación interior. Había una parte de mí que no conocía. Me encuentro más a gusto". A pocos metros, otra chica se siente como en El diario de Bridget Jones; echa de menos a sus amigas (como las de Sexo en Nueva York) y piensa en Kate Winslet y Leonardo DiCaprio en Titanic. Se ríe. Otro Carlos, también del grupo, aguarda para embarcar. Tiene 40 años y es de Vallecas (Madrid). El día antes de comenzar la travesía enterró una foto de su exnovia y un anillo. "Donde no me quieren, no quiero estar. Lo he aprendido", dice ahora sonriendo. Fue al crucero para cerrar una etapa de su vida y empezar otra. ¿El resultado? "Me he vuelto a encontrar, a nacer. He hecho amigos que me gustaría seguir conociendo. ¿Qué si se liga? No fui a ligar, sino a conocer gente. Era yo mismo. Y justo esperando para zarpar surgió la magia", explica a 20minutos refiriéndose a una chica especial del grupo. A la pregunta de si este viaje es un buen caladero o nicho para conocer a alguien, otros contestan: "Depende. Hay de todo. El que quiere, puede...". Lo cierto es que Carlos, alias el Adjunto, porque estaba pendiente de todos y de todo, no fue el único que sintió mariposas en el estómago.

Prejuicios fuera

Pedro, cordobés, de 27 años, que "iba a darlo todo", asegura que "sintió amor a primera vista" y que ha conocido "gente para toda la vida". Para Marc, de Barcelona y el más bailongo, también ha sido un viaje 10. Navegando por el mosaico de islas del Egeo, Santorini (con sus cúpulas azules y forma de media luna) y Mykonos (cantando Eva María en el bus) o soñando con La pasión turca en Marmaris, Izmir y Estambul (Gran Bazar, Santa Sofía, la Mezquita Azul, Torre Gálata...) recuperó la energía que perdió en el camino. "Un día me dije: se acabó vivir en una amargura y buscar excusas para sentirme mal. Hay que vivir el presente. La vida son dos días y no hay que frustrarse por nada. Ser single no es estar desesperado". Y no lo es. De eso sabe mucho Enrique Taviel de Andrade, organizador del crucero, quien asegura que "los singles que van a estos viajes han vivido una experiencia que han sabido resolver. Han simplificado su vida al máximo. No son complicados, son resolutivos. Saben disfrutar". Eso sí, para este joven empresario, ellas son más lanzadas que ellos a la hora de viajar solas. Carla es un ejemplo. 30 años. Dependienta. Quería hacer algo para cambiar. "Soy tímida y logré sacar mis sentimientos. No lloraba desde hacía 10 meses y allí lo hice tres veces. He aprendido a relajarme, a romper la rutina. Me he quitado miedos y vergüenzas. Recibí mucho. Merece la pena. Es como una gran familia". A los indecisos, María, de Alicante, que bailó y bailó con su Ciclón de Panamá (animador del barco), da este consejo: "Id con buena predisposición. No juzguéis a nadie por la apariencia o sus primeras palabras".

Prejuicios fuera, la verdad es que el Zenith, que impresionaba fondeado o surcando los mares, invitaba a la reflexión. Zarpó sin enterarnos, con pasos lentos y seguros, sin prisas, como la que no tenían los cruceristas experimentados. Los novatos, en cambio, exploraban todo el hotel flotante: camarotes, piscina, gimnasio, peluquería, spa, jacuzzis, bingo, tiendas, Sala Rainbow, biblioteca... En proa o en popa, solo había que dejarse guiar por la brújula interior. Mi escondite favorito estaba en la cubierta cinco. A babor. A veces al llegar a casa y descalzarme, parece que me tambaleo. Echo de menos el sonido ronco y profundo del Zenith cuando me abraza el silencio. La fuerza del mar rompiendo en su casco. Y recuerdo: "Prométeme que nunca te abandonarás. Que te querrás mucho. Es la esencia". Me lo dijo Ángel antes de quitarme la pulsera roja del grupo. En tierra tengo un grupo de Whats App. Primero se iba a llamar Los indignados por no ligar. Luego, Tetanix, Problemas con la habitación, Solteros congueros y, hoy, Crucero Love Boat. Me río. Suelto amarras, fluyo y me cubro con el trozo de mar lleno de risas que me traje del barco para no tener frío. La próxima quedada del grupo es este mes en Sevilla. Lo dicho. Esto funciona.

"‘Atensión’, ‘atensión’, señores pasajeros"

¿Quién no se perdió buscando su camarote para colocarse el salvavidas cuando anunciaron por megafonía, con ese peculiar acento, que había que hacer el simulacro?  Atrás quedan los madrugones, desayunos en el buffet windsurf, excursiones a prisa por Santorini, Izmir (la perla del Egeo), Mykonos... El descanso del guerrero en las hamacas de la piscina, llena como el Teatro Falla de Cádiz en Carnaval. El atardecer, los brindis. Las charlas a estribor. Las cenas como si no hubiera un mañana y los 88 escalones que subíamos de la planta 5 a la 11. El día en Marmaris: el bazar, el chapuzón en el Blues Paradise, en aquel azul intenso. Los juegos de interacción, la conga silenciosa ante Diniz (el paciente recepcionista de la quinta planta) casi al alba... Las risas...

Datos prácticos

¿Qué no puede faltar en la maleta? "Muchas ganas de disfrutar y un disfraz, como el mío, de mora. Gané el premio del barco (Pedro. 27 años. Hostelero).

En la red. En www.solterosviajeros.com encontrarás cruceros, circuitos, viajes de larga distancia, de aventura, fin de semana... Solteros Viajeros en una empresa a nivel nacional de venta on line de viajes específicos para singles, colectivo en auge.

Precios. El crucero de Islas Griegas y Turquía sale desde Atenas. Cuesta 899 euros. Son 7 días. Todo inluido.

¿Dónde contratar? En el 902 808 136.

Próxima escala. Crucero por el mediterráneo el próximo 30 de noviembre. 12 días, todo incluido, por 499 euros. Sale de Barcelona.

Las cifras. El número de solteros de entre 25 y 64 años ha aumentado en España casi tres millones en los últimos 14 años, pasando de 4,5 millones en 1991 a siete millones hoy, según datos del INE.

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