Cementerios: arte y belleza para disfrutar no sólo durante el día de Todos los Santos

  • Aunque a muchos les siga dando grima adentrarse entre lápidas por placer, algunos camposantos están entre los rincones más bellos del mundo.
  • "Los cementerios son cultura y parte integrante de una ciudad", afirma Jordi Valmaña, director de Cementeris de Barcelona.
  • Vota por la necrópolis más bonita de Europa en nuestras listas.
El cementerio de Viena es el segundo más grande de Europa (tras el de Hamburgo) y tiene 3,3 millones de personas enterradas. En él descansan los restos de Beethoven, Schubert y Brahms, entre otros.
El cementerio de Viena es el segundo más grande de Europa (tras el de Hamburgo) y tiene 3,3 millones de personas enterradas. En él descansan los restos de Beethoven, Schubert y Brahms, entre otros.
ASCE
El cementerio de Viena es el segundo más grande de Europa (tras el de Hamburgo) y tiene 3,3 millones de personas enterradas. En él descansan los restos de Beethoven, Schubert y Brahms, entre otros.

El manto de silencio y quietud que envuelve a los cementerios españoles suele romperse únicamente por estas fechas. Cada primero de noviembre, Día de Todos los Santos, las familias se acuerdan de sus difuntos y acuden al camposanto a adecentar tumbas, arrancar malas hierbas o sustituir las flores ajadas por otras frescas. Sin embargo, nuestro país está salpicado por necrópolis que son, por su importancia y belleza, mucho más que lugares en los que adentrarse muy de vez en cuando para enterrar y homenajear a los familiares fallecidos. De hecho, muchos de ellos encierran una riqueza patrimonial e histórica imprescindible para conocer a fondo una ciudad.

"Los cementerios son cultura", afirma con contundencia Jordi Valmaña, director de Cementeris de Barcelona y miembro de la Asociación de Cementerios Significativos de Europa (ASCE). "En España, y en general en todo el arco mediterráneo, no tenemos costumbre de acudir a los cementerios como lugares para descubrir y para pasear por ellos. Sin embargo, en el norte y el centro de Europa la situación es completamente diferente. Sus camposantos son espacios para disfrutar, como un parque más de la ciudad", explica Valmaña. Hacer entender a la población que los cementerios son "parte integrante y esencial la ciudad, algo que es necesario visitar para hacerse una idea exacta de una población", es uno de los objetivos de la organización a la que pertenece. "Si vas a Barcelona porque te interesa Gaudí o el Modernismo, para hacerte una idea más global lo suyo es que vayas también a los cementerios de Montjuic y Pueblo Nuevo", explica Valmaña. "Allí no sólo hay arte, sino que están reflejadas la historia y la cultura de los últimos 200 años de la ciudad".

A pesar de esto, a los españoles todavía les "cuesta mucho ir a los cementerios si no es por Todos los Santos", y muchos consideran morbosa la idea de visitar un cementerio por placer. En parte por una cuestión arquitectónica, ya que los bloques de nichos que hay en los países mediterráneos no existen en otras partes de Europa, y en parte por una cuestión cultural. Pero, aunque aún falta mucho camino para llegar al nivel de Noruega, Suecia o Dinamarca, donde es habitual que los vecinos se adentren en las necrópolis para pasear, en España "ha empezado ha haber un cambio cultural en los últimos 6 ó 7 años, gracias a la labor divulgativa de la ASCE".

Alicia Marchant, vicepresidenta de la Fundación Cementerio Inglés de Málaga y profesora de la Universidad de Málaga, fue una de las impulsoras, hace un par de años, de unas jornadas pioneras para "normalizar el uso patrimonial del cementerio". Al igual que Valmaña, Marchant opina que "esa sempiterna grima que parecen suscitar las visitas a camposantos va diluyéndose con el paso del tiempo y la población empieza a estar más concienciada respecto a los valores patrimoniales, arquitectónicos y artísticos que encierran los cementerios". Las visitas guiadas y las actividades de información están, a su juicio, detrás de esta apertura de miras que comenzó hace pocos años.

Pero, aunque los camposantos españoles, al contrario que los del norte de Europa, no fueron concebidos como lugares por los que pasear, nuestras necrópolis no tienen nada que envidiar en valor e interés a las del resto del continente. "Yo diría que España se mantiene en la tónica de la belleza generalizada que salpica el conjunto de cementerios históricos europeos", afirma Marchant, que cita entre sus cementerios favoritos el Inglés de Málaga, el de San Isidro de Madrid y el de Père-Lachaise en París.  También Valmaña opina que los cementerios españoles están a la altura de los más bellos de Europa. Los de Montjuic y Pueblo Nuevo, en Barcelona, el de A Camariñas de A Coruña y el Central de Viena, en Austria, están los muchos que recomienda no perderse.

Algunos camposantos para visitar en España...

Cementerio de San Isidro. Ubicado en el madrileño distrito de Carabanchel, fue el favorito de la nobleza durante el siglo XIX, por lo que cuenta con numerosos panteones de gran calidad arquitectónica y artística.

Cementerio de Montjuic. Situado frente al mar, en la montaña de Montjuic, esta bella necrópolis barcelonesa alberga los cuerpos de Isaac Albéniz y Joan Miró, entre otros.

Cementerio Inglés de Málaga. Fue el primer cementerio inglés que se fundó en la península (1830). Entre sus monumentos más reseñables está el dedicado al poeta Jorge Guillén.

Cementerio de Igualada. Diseñado por los arquitectos Enric Miralles y Carme Pinós, el necrópolis de esta ciudad catalana fue finalizado en 1991 y obtuvo el premio FAD de arquitectura.

Cementerio de Camariñas. Situado en un bellísimo paraje de A Coruña, este cementerio fue fundado en 1890, cuando naufragó un torpedero británico y murieron sus 172 tripulanes. Los vecinos de Camariñas los enterraron a todos allí.

...y en toda Europa:

Cementerio Central de Viena (Austria). Es el segundo más grande de Europa (tras el de Hamburgo) y tiene 3,3 millones de personas enterradas. En él descansan los restos de Beethoven, Schubert y Brahms, entre otros.

Cementerio de Glasnevin (Irlanda). El recinto está rodeado por una muralla con diez torres de vigilancia que fue construida en el siglo XIX para detener a los 'ladrones de cuerpos': individuos que robaban cadáveres para vendérselos a los médicos, que hacían experimentos con ellos.

Cementerio Viejo de Pogdgórze (Polonia). Data del XVIII y, como dispone de mucha vegetación, se ha convertido en una isla verde dentro de una zona completamente invadida por carreteras y vehículos.

Cementerio de Père-Lachaise (Francia). Es uno de los cementerios más famosos del mundo y los parisinos lo pasean a menudo, como si fuera una zona verde más. En él están las tumbas de Chopin, Marcel Proust y Oscar Wilde, entre otros.

Cementerio de Estocolmo (Suecia). Su nombre, Skogskyrkogarden, significa "El cementerio del bosque". Ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad.

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