La Guardia Civil de Tráfico de Valladolid ha detenido el pasado fin de semana a ocho personas que dieron positivo en las pruebas de alcoholemia en distintos puntos de la provincia, una que se negó a someterse a las mismas y una más por conducir con el carnet de conducir suspendido.

La mayor parte de los imputados lo han sido por delitos relacionados con las pruebas de alcoholemia. Así, en el término municipal de Medina de Rioseco se imputó a una persona que dio positivo en un control de alcoholemia realizado en la carretera N-601, con una tasa de 0,73 miligramos por litro de aire espirado.

En la carretera VA-20, dentro del término municipal de Valladolid se imputó a una persona que dio positivo en un control de alcoholemia, arrojando una tasa de 0,71 miligramos por litro.

En esa misma carretera se imputó a otras dos personas, una que dio una tasa de 0,98 miligramos por litro; y otra con 0,66 mg/l.

En la carretera N-601, dentro del término municipal de Laguna de Duero se imputó a otras dos personas que dieron resultados en las pruebas de 0,71 mg/l, de 0,67 mg/l. En este mismo lugar fue imputada otra persona que conducía un vehículo sin poseer permiso de conducción en vigor, ya que lo tenía suspendido por sentencia judicial del Juzgado de lo Penal número 2 de la capital vallisoletana.

En la carretera A-62, dentro del término municipal de Valladolid se imputó a una persona que dio positivo en un control de alcoholemia, después de tener un accidente de circulación, con resultado de daños materiales, y con una tasa de 0,59 mg/l.

En la carretera A-62, en Tordesillas se imputó a una persona que dio positivo después de tener un accidente de circulación con resultado de daños materiales, tras lo que arrojó una tasa de 1,02mg/l.

Por último, en la carretera N-601, en término municipal de Valladolid, fue imputada una persona que se negó a someterse a las pruebas de detección alcohólica.