Juzgan este lunes a un padre y su hija por intentar quedarse con la herencia de un anciano inválido

La acusada llegó a iniciar los trámites para casarse con la víctima, de la que logró ser declarada su "heredera universal"

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Jaén acoge este lunes día 28 la vista en la que se enjuiciará a un padre y a una hija, para cada uno de los cuales la Fiscalía solicita cuatro años de prisión como autores de un delito de estafa cometido al tratar de apoderarse de la herencia de un anciano que tenía reconocida una "gran invalidez", al padecer esquizofrenia y "depresión endógena".

En su escrito de calificación, al que ha tenido acceso Europa Press, la fiscal encargada del caso relata que los encartados, identificados como M.L.L. y su hija, M.A.L.M., entre los años 2011 y 2012 eran vecinos en Linares (Jaén) del referido anciano, ya fallecido, que respondía a las siglas J.M.G., y que vivía solo al haber enviudado en 2011 y no tener hijos.

Los acusados, al conocer "la más que desahogada posición económica" del anciano —que cobraba una pensión por su invalidez— "previo concierto y con ánimo de lucro, comenzaron a ganarse su confianza", primero a través de visitas periódicas que desembocaron en el traslado de M.A.L.M. a la vivienda de la víctima, lo que le permitió "hacerse con el control del anciano", que la nombró "heredera universal" mediante testamento otorgado ante notario el 29 de diciembre de 2011.

Ya en 2012, la acusada logró figurar como cotitular en la cuenta bancaria en la que el anciano tenía depositado un capital a plazo fijo, y, "en connivencia" con su padre, vendió una finca propiedad de aquel ubicada en el municipio jiennense de Martos, por el que el comprador abonó, en dos plazos, un total de 113.500 euros en abril del pasado año.

En mayo, a la vista de que "el estado de salud del anciano empeoraba", M.A.L.M. "inició los trámites para contraer matrimonio" con aquel, "asegurándose así la disposición absoluta de todos sus bienes", al tiempo que tramitó el ingreso del anciano en una residencia de Mengíbar (Jaén), donde falleció el 25 de mayo de 2012.

Incineración "en la clandestinidad"

No obstante, "tres días antes" del óbito, cuando el hombre estaba hospitalizado en Linares, la acusada logró que el anciano "otorgase a su favor plenos poderes" mediante una escritura. Luego, tras el fallecimiento, y "ante el temor de la actuación de los legítimos herederos" de la víctima de esta situación, "procedió a su incineración sin publicación de esquelas y en la más absoluta clandestinidad", hasta el punto de que los familiares de este hombre llegaron a denunciar su desaparición en junio de este pasado año.

Por estos hechos —por los que los acusados llegaron a "defraudar" una cantidad superior a 50.000 euros detraídos de la cuenta de la víctima—, la Fiscalía considera a los acusados autores de un delito de estafa, por el que solicita para cada uno de ellos una pena de cuatro años de prisión y el pago de una multa de diez euros diarios durante diez meses.

Además, el Ministerio Público solicita una indemnización para los legítimos herederos del anciano y declarar la "nulidad" del testamento otorgado por aquel el 29 de diciembre de 2011, así como "dejar sin efecto" los poderes otorgados por escritura de 22 de mayo de 2012.

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