Cinco niñas de una escuela de secudaria situada al oeste de Badad son las últimas víctimas de la violencia sectaria que asola el país iraquí.

Al parecer, varios proyectiles detonaron este domingo en el patio del colegio femenino Joloud, causando además heridas a otras 20 alumnas y provocando varios destrozos en el edificio.

Aunque se desconoce la autoría del ataque con morteros, el área donde cayeron los proyectiles, de mayoría suní, es escenario frecuente de ataques entre extremistas.

Según fuentes de seguridad, los disparos fueron realizados "por miembros de alguna milicia terrorista sectaria conocida", en alusión a las milicias chiíes de Muqtada Sadr.

Otros 14 muertos y más de 40 heridos

Además, al menos otras 14 personas murieron este domingo y más de 40 resultaron heridas en todo el país en distintos ataques y atentados de la insurgencia, según fuentes de seguridad.

Así, cuatro personas perdieron la vida y 18 resultaron heridas por el estallido de un artefacto explosivo escondido en el carro de un vendedor ambulante, junto a los juzgados del barrio de Al Biaa, en el sur de Bagdad.

Otras cinco personas perecieron cerca del mercado popular de Al Ura, en el barrio bagdadí de Ciudad Sader, tras la explosión de una bomba en un microbús.

La explosión causó heridas de distinta consideración a 35 personas y numerosos daños en los vehículos y locales comerciales de la calle.

Horas antes, la Policía había informado de la muerte de un consejero del Ministerio de Industria iraquí y tres de sus acompañantes, asesinados por un grupo de insurgentes armados en el oeste de Bagdad.

En un incidente separado, un civil falleció y cinco resultaron heridos por el estallido de un artefacto explosivo en el barrio de Al Baladiyat en el este de la capital, según fuentes policiales.

Además, un egipcio murió el sábado en un ataque insurgente en la localidad de Balad, a 80 kilómetros al norte de Bagdad, informaron las fuentes sin ofrecer más detalles.