Los comercios de Barcelona van perdiendo facturación desde el inicio de la crisis y los tenderos han comprobado como la mayoría de sus clientes compran únicamente aquello que buscaban. Seis de cada cuatro personas que entran en las tiendas sólo miran y no compran (59,9%).

Son datos del Indicador Comercio Barcelona (IcoB), llevado a cabo por ESADE y la Fundació Barcelona Comerç, a partir de sondeos a 500 comercios de los principales ejes comerciales de Barcelona hechos durante el tercer trimestre del año. Las cifras demuestran que el comprador se contiene cada vez más y el 58% de los comerciantes explican que sus potenciales compradores adquieren específicamente aquello por lo que entran en la tienda.

La tendencia es la de realizar compras más pequeñas y buscar ofertas y descuentos (68,5%), según constata el sector. No es de extrañar, pues, que la facturación de los comercios de la capital catalana haya caído más de un 5% en el último trimestre, según los datos arrojados por ESADE.

El impacto del turismo es cada vez más evidente y el pasado verano supuso el 18,3% del total de ventas. Ahora bien, el resultado varía en función de la localización del eje comercial: en el centro, el porcentaje aumenta hasta copar el 58,4% de la facturación; en el resto de la ciudad, representa sólo el 8,2%.

"La influencia de los turistas en Barcelona está al nivel de las grandes ciudades del mundo", confirmaba el director del estudio, el catedrático de Marketing de ESADE Josep Francesc Valls, y puntualizaba "la capacidad de negocio que ello genera".

Actualmente, con los horarios comerciales todavía no liberalizados, el 14,8% de los comerciantes cierran los sábados por la tarde, pese a que, según alerta el estudio, es precisamente este horario el que más ventas concentra.