La Consejería de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Principado de Asturias ha afirmado este miércoles que la calidad del aire en las comarcas mineras cumple con todos los valores marcados por la legislación española y europea para la protección de la salud.

De hecho, según ha informado a través de una nota de prensa, La calidad del aire en las comarcas mineras ha mejorado en los primeros nueve meses del año 2013, según los datos recogidos por las estaciones de la red de calidad del aire.

En relación con el contaminante de partículas en suspensión menores de diez micras (PM10), motivo de anteriores incumplimientos, los niveles se mantienen desde el año 2009 dentro de los parámetros establecidos por la legislación, tanto en la comarca del Caudal como la del Nalón.

El cumplimiento se produce tanto en el número de días en los que se supera el valor medio diario de 50 microgramos de partículas por metro cúbico de aire, al se inferior a los 35 fijados por la legislación; como en el valor medio anual de la concentración de estas partículas, que tampoco supera los 40 microgramos por metro cúbico de la normativa.

A fecha 22 de octubre de este año ha disminuido el número de días en los que se superó el valor medio diario admisible en relación con igual periodo del año 2012, e incluso en tres de las estaciones: La Felguera, Sama y Meriñán no ha habido ningún día en el que se haya superado ese valor.

En el año 2012, para igual periodo, la estación de Sama tuvo 14 superaciones, la de Meriñán 10 y la de San Martín del Rey Aurelio 8. En la estación de Mieres, hasta la fecha, se han producido 5 días de superación frente a los 19 registrados en el mismo periodo del año pasado.

Además, el Principado destaca que desde el año 2008 la estación de La Felguera mide partículas aún de menor tamaño, las PM2,5 más nocivas por su mayor capacidad de penetración en los pulmones, sin que se rebase, tampoco, el límite establecido por la normativa y que será exigible para el año 2015.

Tampoco hay ninguna superación en el resto de contaminantes analizados en las estaciones de las Cuencas. Sustancias como el dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre o monóxido de carbono se mantienen muy por debajo de los parámetros exigidos.