Un grupo de 25 médicos adjuntos del servicio de Urgencias del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla han asegurado este lunes que Piotr Piskozub, el joven indigente polaco de 23 años que murió el pasado día 2 en el albergue municipal de la capital hispalense, tras haber recibido el alta médica, había abandonado el hospital en otras ocasiones sin esperar el resultado de las pruebas que se le habían solicitado.

El joven falleció en las instalaciones municipales tras pasar por el servicio de Urgencias, al presentar síntomas de desnutrición y poco más de treinta kilos de peso.

Tras ser atendido el personal sanitario solicitó, la madrugada del día de su fallecimiento, la asistencia de los Servicios Sociales municipales para que lo trasladaran desde el hospital, al considerar que no estaba en condiciones de pasar la noche en la calle.

Los facultativos señalan en un comunicado que el fallecido "había acudido en numerosas ocasiones a los servicios de Urgencias, demandando, más que atención médica, una cama y comida".

Asimismo, mantienen que el médico que lo atendió "no sólo le prestó asistencia médica sino que, debido al estado de abandono en que se encontraba, buscó y consiguió asistencia social para el paciente".

"En el tiempo que lleva trabajando con nosotros este facultativo ha demostrado ser un médico capaz, eficaz y comprometido con los pacientes, gozando de la estima de todos nosotros", han señalado.

El grupo de médicos han asegurado que los sanitarios que atendieron al joven polaco "cumplieron en todo momento con sus obligaciones como facultativos y como personas" y han insistido en que "en el tiempo en que permaneció en la unidad de Urgencias fue atendido como el resto de los pacientes con diligencia, profesionalidad y humanidad".

Los firmantes han pedido a todas las personas e instituciones que se han conmovido con este caso que busquen "soluciones eficaces y duraderas para los cientos de indigentes que cada año acuden a nuestro servicio en busca de ayuda y no sólo de asistencia médica".