España concede por primera vez asilo a una mujer víctima de la trata y de la explotación sexual

  • Llegó en patera a España y denunció a la red que traficó con ella.
  • Fue víctima de numerosas violaciones y obligada a abortar varias veces en los dos años que duró su tránsito desde Nigeria a España.
  • Teléfono y correo de denuncia: 900.10.50.90 y trata@policia.es
Tatuaje a una prostituta rumana con la deuda que debe en forma de código de barras.
Tatuaje a una prostituta rumana con la deuda que debe en forma de código de barras.
Policía Nacional
Tatuaje a una prostituta rumana con la deuda que debe en forma de código de barras.

El Ministerio del Interior ha concedido por primera vez asilo a una mujer víctima de una red de trata de personas y de explotación sexual. Se trata de María (nombre ficticio), nigeriana y madre de una niña de casi tres años, que llegó a España a finales de 2010 en un patera y decidió plantarle cara a la mafia que traficó con ella.

Gracias al asilo, del que informó la Cadena Ser, María se ha convertido en "en el ejemplo de que, no es fácil, pero sí es posible decir basta (a la explotación)", en palabras de Rosa Flores, las responsable del área de lucha contra la trata de personas de Cruz Roja.

Flores, que también dirige el centro de migraciones en Puente Genil (Córdoba), conoció a María a finales del año 2010, poco después de que cruzara el Estrecho en una patera. "Al poco de llegar a nuestro centro, alguien contactó telefónicamente con ella y le dijo que tenía que empezar a ejercer la prostitución para saldar una supuesta deuda de 20.000 euros", cuenta Flores. "A puntito de dar a luz" —y tras dos años de continuos abusos en el tránsito de Nigeria hasta el norte de África— María, "presa del miedo y de la presión", pidió ayuda a Cruz Roja para evitar volver a prostituirse.

El equipo de Cruz Roja recomendó a la mujer denunciar su caso a la Policía y, a la vez, solicitar protección internacional. Gracias a su colaboración como testigo protegido, la Policía pudo "detener a varios malos y desmantelar la red" que la había forzado a prostituirse y a abortar de forma insegura en varias ocasiones.

Obligada a mudarse por seguridad

El infernal viaje de María hasta las costas andaluzas es, desgraciadamente, más común de lo que parece. Aún así son pocas las que denuncian a las redes de trata y de explotación sexual, porque no tienen más personas de referencia en España que los propios miembros de la red. "Además, dicen que si lo hicieran necesitarían seguridad aquí y en Nigeria. Y no es fácil garantizar dicho mecanismo de protección", explica Flores.

"Muchas mujeres nos cuentan historias similares, pero se niegan a denunciar ante el miedo de que pueda pasarle algo, por ejemplo, al hijo que ha quedado atrás en Nigeria. Las redes tienen más tentáculos de lo que parece".

María ahora está oculta en una ciudad española, que va cambiando de cuando en cuando, y se dedica a trabajar "en precario" en campañas agrícolas o en la limpieza. "Es una luchadora. Ha sobrevivido. No vive con miedo, pero sí hay pautas que ha interiorizado para garantizarse su seguridad. Por ejemplo, no mantiene contacto con demasiados compatriotas".

Cuando Acnur comunicó a Cruz Roja el éxito de la concesión del asilo, María fue informada enseguida. Su reacción fue de euforia al principio, aunque recordar todo lo que ha pasado para lograrlo la entristeciera. Para Flores, María es "una heroína" por haber demostrado que es posible decir "hasta aquí hemos llegado" a las mafias.

Según Eurostat, España es el segundo país de Europa, tras Italia, con más víctimas de trata de mujeres. En 2012 se localizaron unas 12.300 mujeres ejerciendo la prostitución obligadas, aunque la Policía estima que "es un tercio de las que realmente hay en España", unas 37.000.

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