La CIG ha manifestado su rechazo la propuesta de Freiremar sobre un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en sus centros que, en el caso de Vigo, afectará a entre 99 y 101 trabajadores de una plantilla total de 114, si bien la central ha indicado que estaría dispuesta a negociar algún "ajuste" de personal siempre y cuando se mantengan los tres centros de trabajo que hay en la ciudad —de elaboración, frigorífico y comercial—.

Según ha explicado este lunes en rueda de prensa el secretario nacional de la Federación de Alimentación, Mar e Transportes (Fgamt) de la CIG, Xosé Fernández Piñeiro, la documentación entregada por la empresa —en situación de preconcurso— habla de un ERE que afecta a 7 sociedades, concretamente a 14 delegaciones ubicadas en 11 provincias de España.

Así, indicó que la regulación planteada por la compañía incluye a un total de 338 de 438 empleados, y que, sobre todo, quedarían fuera de él "la flota" —75 tripulantes de 8 barcos— y los centros de Lanzarote y Tenerife.

En el caso concreto de Vigo censuró que la propuesta "salvaría a entre 13 y 15 trabajadores", por lo que "Freiremar queda barrido absolutamente en Vigo". "La fábrica desaparecería y quedaría una mínima delegación para Galicia", criticó Piñeiro, quien recordó que, de las tres plantas de elaboración que hay en España, desaparecerían Vigo y Valencia, quedando la de Canarias "con alrededor del 55 ó 60 por ciento".

El sindicalista indicó que la postura de la CIG será "la defensa de todos los puestos de trabajo en Vigo y ayudando para el conjunto del Estado". En ese sentido, si bien rechazó las magnitudes que figuran en la propuesta de la empresa, precisó que el sindicato "podría negociar algún ajuste" siempre que "se mantenga el centro de elaboración, el frigorífico y la delegación comercial" que existen actualmente en la ciudad olívica y "viendo cómo y con qué criterio" se hacen esos ajustes.

Piñeiro explicó, además, que previsiblemente la mesa negociadora compuesta por la empresa y representantes de los trabajadores de los centros de toda España volverá a reunirse el jueves, y que, el sábado, la CIG celebrará una asamblea para estudiar un "calendario de movilizaciones en defensa del empleo".

De forma paralela, Xosé Fernández Piñeiro afirmó que también se realizarán alegaciones al informe presentado por la empresa, documento que calificó de "explosivo".

En cuanto a las posibilidades de que Vigo se pueda salvar a lo largo de la negociación del ERE, el sindicalista se mostró pesimista ya que, afirmó que, de lograrse avances y "pasar de salvarse entre 13 y 15 trabajadores a salvarse 20, aunque siempre es importante, sin embargo seguiría sin existir proyecto industrial". Así, indicó que, aunque no se abandonará la vía de la negociación, se trabajará en movilizaciones y en las alegaciones al documento.

BANCOS

Piñeiro ha apuntado que, con el gran ERE planteado, el objetivo de Freiremar es pasar a centrar su actividad en la flota y los centros que tiene en Canarias, puesto que, quitando en las islas, "en el resto no hay ni un solo centro donde no se ejecute un cierre total o queden uno o dos trabajadores".

Según manifestó, la deuda contable de la compañía asciende a 118 millones de euros, siendo 114 deuda financiera. La deuda garantizada es el 15,3 por ciento.

Fernández Piñeiro explicó que la empresa entabló una serie de negociaciones con las entidades financieras para poder "alargar" los créditos que tiene próximos a concluir y también para lograr más financiación. Así, indicó que la banca pidió un plan de viabilidad y le advirtió de que el canal de distribución y comercial estaban "obsoletos", por lo que debería de prescindir de la "práctica totalidad" de esos centros.

Por ello, consideró que "más que presentar un plan de futuro, la empresa presenta un plan a la banca durísimo para que le faciliten la línea de crédito".

Fábrica de vigo

En cuanto a la fábrica de Vigo, la cual quedaría abocada al cierre, el responsable de la Fegamt de la CIG indicó que es un centro "moderno, de 2002" y con una plantilla "ajustada".

Por su parte, el presidente del comité de empresa, David Puga, indicó que la fábrica viguesa lleva unos seis meses sin tener trabajo, excepto casos esporádicos. Asimismo, manifestó que a los trabajadores de la planta se les debe un tercio de una paga y a los del frigorífico un tercio de una paga y otro tercio de la de beneficios.