Técnicos y consumidores creen que la rebaja del IRPF "no compensa" otros gravámenes y ven "castigo" a contribuyentes

Gasolineras y transportistas anuncian que el aumento de la tasa sobre hidrocarburos es "inasumible" y prevén pérdida de empleo

Técnicos de Hacienda, representantes de consumidores, profesionales del transporte o expertos en materia tributaria han advertido de que el anuncio hecho por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, de que se rebajará el IRPF a los contribuyentes con bases liquidables inferiores a 17.700 euros, "no compensa" otros gravámenes, como la subida del precio de los hidrocarburos, anunciada pocos días antes.

El hecho de que el gobierno gallego hubiese anunciado, con pocos días de diferencia, primero el aumento del impuesto sobre hidrocarburos (con algunas excepciones), y luego la rebaja del IRPF, es para estos expertos "una estrategia de imagen política".

A ese respecto, el secretario general del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), José María Mollinedo, ha explicado en declaraciones a Europa Press que, según los cálculos de este colectivo, con la rebaja del IRPF, que supondría un ahorro medio para los contribuyentes de unos 50 euros al año, la Xunta dejará de ingresar unos 36,5 millones de euros.

"La medida no tendrá mucho impacto en los bolsillos de los ciudadanos", ha señalado Mollinedo quien, además, ha indicado que "las cuentas públicas se recuperarían parcialmente" con la recaudación prevista por el incremento del tramo autonómico que grava los hidrocarburos (unos 53 millones anuales).

"Pero en la balanza hay un desequilibrio, en favor del aumento de la presión fiscal", ha precisado el portavoz de Gestha, quien ha apuntado que "hay alternativas más eficaces" para aumentar los ingresos de la administración. "En España, reduciendo la economía sumergida sólo hasta la media de la UE, el Estado ingresaría 38.500 millones, y no serían necesarios recortes como el ajuste de pensiones", ha aseverado.

Peso recaudatorio

En esa línea, la catedrática de Derecho Tributario y Financiero, y decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas y del Trabajo de la Universidad de Vigo, Ana Pita, ha advertido de que, si se retrae el consumo por la subida del precio de los carburantes, no se cumpliría la finalidad de obtener recursos para atender el gasto sanitario. En caso de que no sea así, "no es en sí misma rechazable la finalidad sanitaria anunciada, siempre que los recursos se destinen efectivamente a ese fin".

En cualquier caso, Ana Pita ha matizado que "resulta injusta que el peso de la recaudación recaiga siempre sobre determinado grupo social, la clase media". "Los sectores con mayor poder adquisitivo, la riqueza acumulada, debería ser la fuente principal de obtención de ingresos del Estado, y que esos ingresos financiasen el servicio público sanitario", ha sostenido.

En cuanto a la rebaja del tramo autonómico del IRPF, Pita considera la medida insuficiente, "porque debería producirse en todas las rentas", aunque cree que "toda reducción de tipos que afecte a las rentas más bajas debe acogerse con agrado".

No obstante, ha advertido de que todavía está pendiente "una reforma más justa de la imposición sobre la renta", que conlleve una "reducción de la carga tributaria a las familias en general, también las de rentas medias" que "son las que sostienen los gastos públicos". Asimismo, ha abogado por una adecuada articulación de los impuestos sobre el consumo, en particular el IVA, "con tipos reducidos" aplicables a los bienes de consumo habitual de las familias.

CONSUMIDORES

Por otra parte, el portavoz de la Agrupación de Consumidores y Usuarios Asociados de Galicia (integrada en FACUA), Víctor Muñoz, ha denunciado que la Xunta "utiliza los impuestos indirectos" para obligar a los contribuyentes a hacer un "repago de los servicios". "Las Comunidades Autónomas tienen poco margen y van a lo fácil", ha señalado, y ha recalcado que, a pesar de que los contribuyentes tengan una rebaja en el IRPF "será un ahorro equivalente o inferior al precio de un depósito de gasoil".

En opinión de Muñoz, el gobierno gallego ha intentado "dar la imagen" de que, con la rebaja en la renta "se equilibra" la subida en los hidrocarburos, pero "no habrá un repunte en el consumo". "Al final hay un castigo para el grueso de la población, para una clase media que ya está despareciendo", ha concluido, al tiempo que ha recordado que "los ciudadanos ya están sufriendo un encarecimiento en todos los servicios, como la luz, la telefonía móvil o los peajes".

TRANSPORTISTAS

El anuncio del incremento del impuesto sobre los hidrocarburos ha sido acogido con críticas por parte de los dos sectores profesionales más afectados, los transportistas y las estaciones de servicio, que han tildado de la medida de "inasumible" y anuncian quiebra de empresas y pérdida de empleo.

Así, el secretario de la Federación Gallega de Transporte de Mercancías (Fegatramer), José Carlos García, ha incidido en las "consecuencias muy negativas" que tendrá el incremento del llamado 'céntimo sanitario'. Así, ha señalado que, para este sector, pasar de un gravamen de 1,2 a 4,8 céntimos supone un aumento del "400 por ciento" y ha rechazado que este colectivo vaya a ser compensado con un sistema de devolución, que prevé el retorno de 3,6 céntimos por litro.

DEVOLUCIÓN

"No es verdad que la subida no nos afecta porque nos van a devolver ese dinero", ha asegurado, y ha explicado que "la norma de devolución excluye a vehículos de menos de 7,5 toneladas". Según sus estimaciones, unos 8.000 vehículos de transporte en Galicia quedaría "fuera" de esa devolución.

Además, ha denunciado que "hay otras condiciones", como el límite de 50.000 litros de combustible al año, la exigencia de repostar con una tarjeta profesional o, en caso de tener tanque propio, dotarlo de un sistema informatizado que controle que el suministro es exclusivo, así como el número de litros. A esto se suman unos costes financieros adicionales de unos 400.000 euros anuales para es colectivo.

Finalmente, José Carlos García ha alertado de que se cerrarán más empresas, que se sumarán a las mil pequeñas compañías de transporte que ya han desaparecido en los últimos tres años en Galicia. "La carretera ya no da más de sí, nos gravan la materia prima que necesitamos para trabajar, no por las ganancias que obtenemos", ha proclamado.

Estaciones de servicio

Por su parte, la Federación Gallega de Estaciones de Servicio (que agrupa a un 60 por ciento de las gasolineras en la comunidad) también se ha mostrado contrariada por la nueva medida fiscal de la Xunta, porque "los hidrocarburos ya son un producto muy gravado".

El portavoz de la Federación, Julio López, ha afirmado que, las estaciones de servicio "venderán un producto más caro, pero ganarán lo mismo", con la circunstancia agravante de que "se arriesgarán más, porque el consumo se retraerá". "Perderemos un volumen importante de ventas", ha vaticinado.

"El sector está muy preocupado, la rentabilidad cae a pasos agigantados", ha señalado, y ha añadido que las estaciones de servicio se enfrentan también al problema de que "tienen que hacer reformas obligadas por cuestiones medioambientales y de seguridad". "Esas reformas son costosísimas y no son inversiones productivas, el sector ya está descapitalizado", ha lamentado.

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