El vicepresidente y portavoz del Consell, José Císcar, ha asegurado ese viernes que el incremento de la reserva mínima para empezar a trasvasar del Tajo al Segura de 240 a 400 Hm3 implica una pérdida de 160Hm3, aunque eso no será anual, sino que esa cantidad de agua se pierde "sólo una vez" porque a partir de ahí "la línea de reserva queda establecida", con "lo que los regantes seguirán recibiendo 350 Hm3 de media en los próximos años".

Císcar se ha expresado de esta manera en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell al acuerdo en la planificación hidrológica de la cuenca del Tajo por el cual se eleva de 240 a 400 hectómetros cúbicos la reserva de agua mínima en la cabecera del Tajo para empezar a trasvasar. Un cambio que se realizará durante cinco años, a razón de 32Hm3 cada ejercicio.

Es un acuerdo "histórico" que "demuestra que es posible llegar a acuerdos en materia de agua", aunque las partes "tengan que hacer grandes esfuerzos", ha dicho Císcar, quien ha afirmado que con este pacto "consolida definitivamente" el trasvase Tajo-Segura.

El portavoz del Consell ha querido realizar algunas "aclaraciones" sobre este acuerdo, entre las que ha destacado que "no es cierto" que el coste de la inversión de la desaladora de Torrevieja (Alicante) vaya a repercutir en los recibos del agua de los municipios de la Mancomunidad del Taibilla. En este sentido, ha reconocido que el Ministerio "está buscando fórmulas" para "resolver lo que fue un gran error del anterior gobierno, como son las desaladoras".

Asimismo, ha precisado que estas decisiones se incluyen en el acuerdo a modo de enmiendas de adición que se han incorporado a la Ley de Evaluación Ambiental, en trámite en el Congreso por vía de urgencia, con lo que "tendrán rango de ley antes de acabar el año".

Por otro lado, el portavoz del Consell ha explicado que "lo más importante" es que las cuestiones del Tajo-Segura "ya no van a ser tratadas en la Conferencia Hidrográfica del Tajo, donde no está representada la Generalitat, sino que pasa a ser un asunto de ámbito gubernamental.

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Cláusula narbona'

Císcar ha destacado que con este acuerdo se elimina la 'cláusula Narbona', de manera que "ya no hay que aportar caudales de desalación al riego", con el consiguiente ahorro para los agricultores por el precio del agua desalada. También se "automatizan las reglas de explotación", con lo que se consigue que "ya no se tenga que discutir" los caudales trasvasables en cada momento, porque se establecen niveles de trasvase, según una clasificación establecida, que se tendrá que definir en un Decreto Ley.

Otro de los puntos que ha celebrado Císcar es el control de los desembalses de los pantanos de cabecera —Entrepeñas y Buendía—, ya que se pone un nivel máximo. Asimismo, se amplia de tres meses a un año el plazo para que los regantes consuman el agua trasvasada antes de que se pierda, con lo que "podrán programar mejor las temporadas de riego".

Císcar ha señalado como "novedoso" la figura de la sesión de derechos, para que una comunidad de regantes pueda vender agua excedentaria a otra. Actualmente, sólo era posible en casos de sequía extrema y se tenía que aprobar mediante una ley o decreto ley. Con la nueva regulación, sólo habrá que comunicarlo a la Dirección del Agua, que emitirá una resolución.

Igualmente, se crea la figura de 'Menores pérdidas' que implica que se asigna, además de la cantidad anual trasvasable, un caudal de 20Hm3 para paliar las pérdidas que puedan haber durante la conducción del agua, que se asigna a regadíos, en lugar de a abastecimientos que hasta ahora "no lo han necesitado".