Ainia aumenta la vida útil de productos hortofrutícolas de cuarta gama mediante recubrimientos comestibles

Ainia centro tecnológico ha logrado aumentar la vida útil hasta 13 días en manzanas y hasta nueve días en patatas, en ambos casos de cuarta gama, gracias al desarrollo tecnológico logrado a través de la incorporación de recubrimientos comestibles con antioxidantes.
Fresas de cuarta gama.
Fresas de cuarta gama.
AINIA
Fresas de cuarta gama.

Ainia centro tecnológico ha logrado aumentar la vida útil hasta 13 días en manzanas y hasta nueve días en patatas, en ambos casos de cuarta gama, gracias al desarrollo tecnológico logrado a través de la incorporación de recubrimientos comestibles con antioxidantes.

Según informa el instituto en un comunicado, esta es una de las aplicaciones en recubrimientos comestibles en productos listos para consumir que expondrá en la ponencia que se celebrará este viernes, a las 10.30 horas, en el Foro Innova que se desarrolla en el marco de Fruit Attraction, que tiene lugar desde este miércoles en Madrid.

Este avance se produce en un contexto de orientación de la producción hortofrutícola a cubrir la demanda creciente de alimentos frescos, de primera calidad y listos para su consumo, en el que los productos mínimamente procesados o de cuarta gama constituyen un alimento "similar al fresco, con una vida útil adecuada, seguros microbiológicamente" y con "alta calidad nutricional y sensorial".

No obstante, las frutas de cuarta gama (cortadas, preparadas, lavadas y envasadas) son "muy susceptibles de sufrir pérdidas importantes de calidad" tales como pardeamiento o decoloraciones, punto en el que aparecen estrategias de conservación como la aplicación de recubrimientos comestibles para prolongar su vida útil.

Según las mismas fuentes, esta técnica consiste en aplicar una película delgada que recubra el alimento, que pueda ser consumida como parte del producto preparado y "lo protege y mejora".

"barrera entre el producto y la atmósfera que lo rodea"

El doctor en Ciencias Biológicas por la Universitat de València y jefe del Departamento de Nuevos Productos de Ainia, José Enrique Carreres, mantiene que la aplicación de recubrimientos comestibles "crea una barrera entre el producto y la atmósfera que lo rodea" y permite "aportar mejoras" de sus propiedades mecánicas.

Además, esta técnica ayuda a "mantener la integridad estructural" del producto, así como a "mejorar las retención de compuestos volátiles o permitir la incorporación de antioxidantes, acidulantes, antimicrobianos entre otros, que retrasen el pardeamiento, el crecimiento microbiano o por ejemplo la pérdida de textura".

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