El Hospital Son Llàtzer disminuye la mortalidad y las paradas cardíacas intrahospitalarias en un 25% desde el 2009

El Hospital Son Llàtzer ha disminuido la mortalidad y las paradas cardíacas intrahospitalarias en un 25 por ciento desde el 2009, año en el que se implantó el proyecto de Alarma Rápida de Asistencia (ARA).
Médico de la Unidad de Curas Intensivas de Son Llàtzer, Lorenzo Socias
Médico de la Unidad de Curas Intensivas de Son Llàtzer, Lorenzo Socias
CAIB
Médico de la Unidad de Curas Intensivas de Son Llàtzer, Lorenzo Socias

El Hospital Son Llàtzer ha disminuido la mortalidad y las paradas cardíacas intrahospitalarias en un 25 por ciento desde el 2009, año en el que se implantó el proyecto de Alarma Rápida de Asistencia (ARA).

Según ha explicado el IbSalut en un comunicado, este proyecto, liderado por el médico de la Unidad de Cuidados Intensivos de Son Llàtzer, Lorenzo Socias, permite detectar en los pacientes ingresados variables que se encuentra fuera de los parámetros normales y, así, alertar a los facultativos para que puedan actuar con mayor rapidez.

Para determinar los pacientes con criterios ARA, el sistema informático utilizado por los enfermeros y médicos del hospital permite realizar un seguimiento de todos los pacientes hospitalizados, detectando precozmente quiénes presenten determinadas alteraciones fisiológicas graves que puedan ser causa de paro cardíaco.

El proceso de identificación empieza cuando el personal de enfermería anota en la gráfica informatizada las constantes vitales. De esta manera, cuando las variables introducidas están fuera de los rangos definidos como normales o el laboratorio transmite valores anormales, aparece un visor de alarma en la historia clínica informatizada del paciente.

Los criterios de Alarma Rápida de Asistencia -que pueden ser de laboratorio, frecuencia respiratoria, frecuencia cardíaca, escala Canadiense o de Glasgow, presión arterial, concentración de oxígeno y resultados de la pulsioximetría- se transmiten automáticamente a un Smartphone durante las 24 horas del día (que lleva el intensivista de guardia) y a la estación de trabajo del médico que revisa el sistema.

Cuando el paciente cumple unos criterios de potencial gravedad bien definidos, esta información queda registrada. Los médicos intensivistas que están de guardia revisan las historias clínicas y comprueban si la alteración que motiva la alarma ha sido detectada y corregida. La respuesta a este mensaje está protocolizada y su actuación por el intensivista es obligatoria.

Esta reducción ha sido posible gracias a la utilización, en el proceso asistencial, de las técnicas de información y comunicación integradas en el sistema informático. El resultado de la investigación ha sido avalado por la Sociedad Científica de Medicina Intensiva, que publicó en su revista el pasado mes de febrero el artículo 'Aplicación de las Técnicas de Información y Comunicación para la detección de pacientes de alto riesgo: alarmas de rápida asistencia. Estudio piloto del Proyecto ARA-Son Llàtzer'.

La implementación de las TIC para la detección de ARA en pacientes ingresados ha generado un cambio cultural considerable en cuanto a la seguridad del paciente, gracias al programa educacional para el personal de enfermería y médicos del hospital.

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