El escritor Luis Goytisolo ha relanzado la novela Estela del fuego que se aleja (Anagrama), "reverso" del que considera su gran libro, Antagonía, porque éste se asemeja a la compleja construcción de una catedral, mientras que el texto que ahora publica puede definirse como la devoración de un autor por su obra.

Después de 29 años de su primera edición y escrita tres años después de Antagonía, Estela del fuego que se aleja fue fruto de la "sensación de quedarse en el paro" que le invadió después de culminar la que considera su 'catedral', ha explicado.

El estado de ánimo le influyó al escoger el tema de la novela, y el autor se preguntó en ese momento qué hubiera pasado si hubiera fracasado al escribir Antagonía: "Ese es el tema de fondo: no es el escritor que no consigue escribir una novela, sino la empresa de escribir una novela la que termina devorando al autor".

La historia empieza con la crisis de un personaje, A, que ha sabido hacerse con los signos del triunfador en el ámbito social y económico, pero que se siente interiormente malogrado porque se da cuenta de que lo que le hubiera gustado en la vida es escribir.

En contraposición de este protagonista aparece otro, denominado B, que es todo lo contrario, ya que "él se ha entregado a discusiones filosóficas, y eso le lleva a pensar que no ha vivido".

Es entonces cuando se decide a vivir la vida intensamente y empieza a escribir la novela que le gustaría, y que "es un poco la vida de A", pero luego la escritura se le rebela y aparece un personaje que no tiene previsto, V, indicativo de cierto proceso de locura, ha añadido el escritor.

Así como en Antagonía negó cualquier alusión autobiográfica, admite que en la novela siguiente recoge algunos trazos de su propia vida, especialmente por el trasfondo de la historia y algunos momentos históricos, como la presencia del personaje A en el VI Congreso del Partido Comunista, al que Goytisolo acudió acompañado de Jordi Solé Tura, y cuyo fragmento está tratado con "bastante ironía".

El humor cobra importancia en el relato, ya que "en ambas historias, sobre todo la de B, predomina el humor a veces de forma imperceptible", ha señalado Goytisolo.

"La diferencia es que el humor parte del contraste de lo que se relata seriamente, y lo que el elector percibe acerca de lo que se relata", y es que el personaje no puede darse cuenta pero el lector sí, ha subrayado.

"El final es truculento, y supone el paso lógico a una obra como Antagonía, según el autor, que ha explicado que tiene ahora un proyecto de fábulas, pero ha quedado aparcado porque tiene en mente un ensayo largo sobre la novela y el inconsciente.

"¿Por qué Joyce y Proust escribieron lo que escribieron, y, en mi caso, por qué he escrito lo que he escrito?", se ha preguntado el autor, que de pequeño fue considerado el niño prodigio de las letras españolas, ha recordado el editor Jorge Herralde, que a su vez ha manifestado su deseo de relanzar el próximo año Las afueras, también de Goytisolo.

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