El presidente de Confebask, Miguel Ángel Lujua, ha afirmado que el suelo de la crisis está "cada día más cerca", pero ha advertido de que lo que se está produciendo "no es todavía el inicio de una recuperación, sino solo una ralentización en el ritmo de la caída".

En un post publicado en su blog bajo el título "Sigue lloviendo, seguimos mojándonos", alude a los diversos datos que se están dando en España y en el País Vasco y que apuntan a que "la tendencia a la baja" de algunas variables macroeconómicas "empieza a amortiguarse".

Lujua ha indicado que, si se compara la situación con la de un año atrás, cuando había "múltiples amenazas", la mejora "resulta ostensible".

A su juicio, el suelo de la crisis está "cada día más cerca", pero ha advertido de que "conviene no olvidar que lo que se está produciendo no es todavía el inicio de una recuperación, sino solo una ralentización en el ritmo de la caída". "La tormenta empieza a escampar, pero sigue lloviendo y, por tanto, seguimos mojándonos, aunque sea menos", ha apuntado.

En este sentido, ha asegurado que no se puede decir que verdaderamente se está "dejando atrás esta grave coyuntura" hasta que, "de forma sostenida y estable", se empiece "a recobrar actividad económica, a crecer y, sobre todo, a crear empleo".

"ascender lento"

"Conviene no perder tampoco de vista que aunque salgamos de la recesión, alcanzar el punto del que partíamos llevará tiempo. Mientras que la bajada ha sido rápida y profunda, nuestro ascender será lamentablemente más lento, especialmente en lo tocante al empleo, entre otras cosas porque nuestros principales mercados siguen convalecientes, las incertidumbres y limitaciones financieras persisten, hemos perdido miles de empresas y muchas de las que se mantienen en pie lo hacen a duras penas", ha agregado.

Lujua ha indicado que, con todo, es cierto que estamos "necesitados de buenas noticias" y que el calvario, además de intenso está siendo muy prolongado y nos está dejando exhaustos en las fuerzas y en el ánimo".

"De ahí que junto a las malas nuevas, que siguen existiendo, estemos en muchos casos recibiendo los indicadores positivos como los esperados "brotes verdes" que anuncian un cambio de ciclo", ha apuntado.

El dirigente de la patronal vasca ha manifestado que afianzar esa posibilidad y lograr que las malas noticias "vayan progresivamente siendo sustituidas por las buenas", va a depender, no obstante, "no sólo de datos parciales, expectativas y esperanzas, sino de otros factores determinantes".

"Algunos escapan de nuestro ámbito y, por tanto, tendremos muy difícil actuar sobre ellos. En cambio, hay otros que dependen de nosotros mismos, de nuestra capacidad, esfuerzo y empeño y en ellos deberemos necesariamente volcarnos", ha apuntado.

Respecto a éstos últimos, ha asegurado que consolidar un escenario macro y microeconómico más favorable va a depender, en primer lugar, "de que seamos plenamente conscientes de que estamos inmersos en la transición hacia un nuevo tiempo".

En este sentido, ha manifestado que esta crisis no es solo una crisis, sino "un cambio de era", que implicará "cambios significativos" en las formas de pensar y de actuar a todos los niveles: económico-empresarial, laboral, político, institucional y social.

"Vamos a necesitar igualmente continuar con las reformas y seguir trabajando duro, modificando lo que no funciona para hacerlo efectivo, optimizando recursos, contrarrestando amenazas y debilidades, impulsando fortalezas y oportunidades, sin dejarnos tentar por la falsa sensación de que cuando se inicie la recuperación, ya todo estará hecho y podremos flaquear en el esfuerzo", ha asegurado.

A su juicio, esa es una carrera que "nunca se detiene y pararse implicará siempre quedarse atrás". "Si alguna enseñanza debería dejarnos, por otra parte, esta crisis es que la competitividad de nuestra economía y de nuestras empresas es la base sobre la que se construye el desarrollo, el bienestar, el crecimiento y el empleo, de tal modo que favorecer su actividad y capacidad para enfrentarse a un mercado ya del todo global deberá acabar transformándose en la prioridad colectiva que todavía hoy no es", ha apuntado.

Lujua ha indicado que, "lejos de ahondar en la diferencia", habrá que acabar entendiendo que "somos una Comunidad y una economía de pequeño tamaño y que, por tanto, unir nuestras fuerzas será siempre mejor que dispersarlas".

A su juicio, "solo construyendo, mejorando y aportando desde la legítima posición de cada parte", habrá posibilidades de seguir "diferenciándonos positivamente en el mundo y ser crecientemente atractivos para éste como lugar donde crear e invertir".

Lujua ha señalado, en definitiva, que se va viendo en algunos indicadores económicos "lo que positivamente está por llegar, pero en otros aún costará tiempo".

"Tiempo que será más corto y mejor aprovechado si desde ya trabajamos en un doble plano: la supervivencia del día a día, (apuntalando nuestro tejido productivo y la reactivación económica más allá de otras urgencias sin duda importantes) y preparándonos, además, para los retos que hoy, mañana y siempre vamos a tener ante nosotros: ser más productivos, más competitivos y más eficientes, compartiendo para ello si es posible el diagnóstico y de forma inexorable el objetivo, el camino y el esfuerzo", ha concluido.